HORARIOS DE LAS MISAS EN LA PARROQUIA DE ÍLLORA

HORARIOS DE LAS MISAS EN LA PARROQUIA DE ÍLLORA

DESCUBRIENDO LA SÁBANA SANTA

DESCUBRIENDO LA SÁBANA SANTA

CELEBRACIÓN DEL PERDÓN Y EL AMOR DE DIOS

CELEBRACIÓN DEL PERDÓN Y EL AMOR DE DIOS

TRIDUO CUARESMAL DE LAS COFRADÍAS DE LA PARROQUIA DE ÍLLORA

TRIDUO CUARESMAL DE LAS COFRADÍAS DE LA PARROQUIA DE ÍLLORA

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE ÍLLORA 2024

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE ÍLLORA 2024
A CARGO DE D. SEBASTIÁN CRESPO TORRALBA

NUESTRA MADRE DEL CARMEN DE ÍLLORA

CELEBRACIÓN VIRGEN DE LOURDES 2018 EN LA PARROQUIA DE ÍLLORA

sábado, 29 de enero de 2011

LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO Y LA PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA.

A los cuarenta días de su nacimiento, María y José van a cumplir con la Ley Judía, presentando su primogénito en el Templo. Con esta fiesta, concluimos la celebración de la manifestación de Dios al mundo, pues, esta fiesta nos recuerda, que Jesús, es la luz para el mundo, una luz de vida, de paz, de justicia, de solidaridad. Por eso, esta fiesta que la Iglesia celebra, el día 2 de Febrero, tiene como símbolo más importante, la luz, de ahí que se bendicen velas, se entra en procesión en el Templo, recordando aquella llegada de José y María con el Niño al Templo, y como expresión, de la luz que nos llega a todos, piedras vivas de la Iglesia de Cristo. Pero escuchemos, cómo relata este momento el evangelista Lucas en el capítulo 2,22-38.
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
"Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel."
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, Y a ti misma una espada te atravesará el alma!... a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones."
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Simeón, al ver a María y a José con el Niño Jesús, conoció por una revelación divina que era Cristo. Tomó entonces al Niño en sus brazos y bendijo a Dios y exclamó:
"Ahora puedes dejar morir en paz, Señor, a tu siervo, porque han visto mis ojos a tu Salvador, luz para las naciones y gloria de Israel". María y José admiraban sus palabras.Y vuelto a María le anunció: "Este ha sido puest
o para ruina y para resurrección de muchos; y como una señal de contradicción; y una espada atravesará tu alma".
En nuestra Parroquia, esta celebración la tendremos, este miércoles, 2 de Febrero, a las 6,30 de la tarde, un poco antes de lo acostumbrado, para facilitar la participación de los niños y niñas.
La celebración comenzará en la puerta de San Pedro, con la bendición de las candelas, de las velas. En procesión llegaremos hasta el Altar Mayor, dónde celebraremos la Eucaristía. En el desarrollo de la misma, se presentarán nuestros hijos al Señor, de la mano de la Virgen, y se bendecirán.
Es ya tradicional, que la imagen bendita de nuestra Madre del Carmen, presida junto al Altar de la celebración, esta fiesta cristológica y mariana, y que las madres acerquen a sus hijos a su imagen, pidiendo su constante protección, y su guía en su inocentes vidas.

Es costumbre en Íllora, en la celebración de la Candelaria, reunirse los vecinos, y prender fuego a hogueras, compartiendo alrededor de las mismas, amenas conversaciones, juegos, canciones, en un clima de alegría y ambiente fraterno. De pequeño recuerdo, cómo todos los niños, en las semanas anteriores, con un gran esmero, buscábamos por cualquier parte, todo lo que pudiera ser pasto de las llamas, intentando prender la canderlaria más grande del pueblo. Y recuerdo cómo nuestras abuelas nos contaban, que en esa noche, la Virgen iba caminando por el cielo, llevando el Niño entre las estrellas, y que con nuestras hogueras le iluminábamos el camino.

Pero no pensemos que la ilusión era sólo de los niños, que los jóvenes, los adultos y
los mayores, todos sentían algo especial, y a todos les gustaba contemplar la candelaria, calentarse junto a ella, y sentir la cercanía de todos los vecinos y amigos, que en esa noche, nos sentíamos aún más unidos.
Ojalá, esta tradición, que también se celebra en los pueblos vecinos de Íllora, nunca se pierda, y siga siendo vínculo de unión entre todos.

lunes, 24 de enero de 2011

JUNTO A LA SEÑORA, SU TROMPETA NO DEJARÁ DE SONAR

La pasada noche del viernes al sábado, todos sentimos rasgarse nuestro corazón, cuando la noticia íba corriendo por todo el pueblo: Miguel, el mellizo, el hijo de Pascual y de María "la del Lunar", el muchacho que desde muy pequeño nos deleitó con su música en la Banda, que llenó noches de fiesta en la Charanga, que llenó de colores nuestra vida, como pintor junto a Primitivo, y que tanta huella dejaba como amigo, como alguien muy especial, se nos fué. Las estrellas vinieron en su busca, para que lo mismo que había acompañado tantas veces al Señor, a la Virgen, y a todo el Santoral, en las distintas procesiones de nuestro pueblo, de pueblos vecinos y capitales, ahora marchaba junto a ellos en el cielo, para llenar el paraíso con las mejores melodías cofrades, esas que con tanto sentimiento aprendió, esas que tan bien tocaba.
Todos los que recibimos a la Virgen del Carmen en nuestro hogar, rezamos por él, rezamos especialmente por su familia, nos unimos al dolor de todos ellos por esta gran pérdida, les transmitimos nuestro pésame y nuestro apoyo y solidaridad, y esperamos que con la ayuda de Miguel desde el cielo, pronto puedan superar estos momentos. Descanse en Paz, Miguel. Buen hijo, mejor amigo, sentimiento musical, cofrade, y una gran persona. Nos quedamos con una de las marchas que tan bien él tocaba.

NUESTRO TEMPLO PARROQUIAL, UNA JOYA QUE DEBE SER PROTEGIDO

Al admirar nuestro Templo Parroquial, nos sorprendemos del tesoro que tenemos, y a veces, del poco valor que se le dá. Entre los monumentos existentes en Íllora, el Templo Parroquial, cuyos trazos salieran del ingenio de Diego de Siloé, es una de las piezas principales, y cuesta entender, cómo desde el año 1997, que se inició el expediente de restauración del mismo, debido al deterioro que sufre, que aún estemos esperando, dicha restauración.
Declarado Monumento Nacional, cualquier intervención en el mismo, debe ser revisado por las distintas administraciones, y más que ayudar a su conservación dicha declaración, en estos momentos, supone casi un lastre, ya que con tanta espera, cada vez está peor, y tampoco se puede intervenir a nivel local, porque todo necesita de las pertinentes autorizaciones.
Nuestro párroco, D. José Luis Ontiveros López, siguiendo todos estos protocolos, ha ído mejorando con pequeñas intervenciones, algunos de los elementos que más peligro suponían. Pero todo se quedaba más bien en el aire, con la promesa que recibía de una ya inminente intervención más global.
Hartos en la Parroquia de esta situación, lo primero que se ha realizado, es el cambio de toda la instalación eléctrica, ya muy antigua, y que no cumplia los requisitos de la ley. Y con la aportación de la misma empresa que lo ha realizado, también se ha instalado una nueva iluminación, que nos muestre la gran belleza que tenemos en nuestro pueblo.
La obra ha supuesto un total de 13.000 Euros, de los cuales, 3.000 los ha donado la empresa U.M.E.G. De las primeras colectas realizadas, se han entregado ya 4.000 euros, por lo que restan aún 6.000.
Sabemos que todos los ilurquenses, como siempre han hecho, responderán a esta llamada a colaborar, para mantener nuestro Templo, lo mejor posible,y que las autoridades locales, y demas entidades y comercios, también arrimarán el hombro.
Los donativos se pueden llevar directamente a la Parroquia, o en las entidades y números de cuenta siguientes:

CAJA GRANADA: 0215037005

CAIXA: 0200002929

Aquí os dejamos un par de videos del interior de nuestro Templo, la pasada Pascua del 2010, justo al terminar los días de procesiones y de grandes celebraciones.




domingo, 23 de enero de 2011

NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ


El 24 de Enero, celebramos a la Virgen Santísima, bajo el hermoso Título de la Paz. El origen de esta devoción se remonta al siglo VII.
El 18 de diciembre del año 645, pasada la medianoche, terminado el IX Concilio de Toledo, su arzobispo Ildefonso (luego declarado santo), ferviente devoto de la Virgen María, en compañía de algunos colaboradores, se dirigió a la Catedral para cantar los maitines (oraciones que se realizaban hacia las 3 de la noche). Al entrar, se produjo en el altar un resplandor fuerte e irresistible a los ojos corporales. Los acompañantes del arzobispo huyeron asustados, pero él avanzó resueltamente y vio a la Santísima Virgen, que había descendido del cielo y estaba sentada en su cátedra episcopal. La Madre de Dios habló con dulces palabras a su fiel servidor y promotor de la fe en su inmaculada concepción, le entregó una casulla, que se conserva allí, y después desapareció. Por este particular beneficio, a su muerte ocurrida el 23 de enero de 667, la Iglesia de Toledo decretó que el 24 de enero se celebrase solemnemente en todo el arzobispado, el memorable descenso de la Virgen María a la Iglesia Catedral.

Sin embargo, el nombre y la advocación de Nuestra Señora de la Paz le es dado a fines del siglo XI, a raíz de un singular acontecimiento histórico.

En efecto, en el año 1085, Alfonso VI, llamado el Bravo, rey de Asturias y León (España), reconquistó la ciudad de Toledo tomada por los moros (musulmanes). Una de las condiciones estipuladas en el Tratado de Paz, fue que el Templo principal de la ciudad quedase para los moriscos (moros que permanecieron en España después de la Reconquista) como mezquita (lugar de culto y oración de los moros). El rey Alfonso firmó el Tratado y enseguida se ausentó de Toledo, dejando a su esposa, la reina Constanza, como gobernadora de la plaza.

Pero los cristianos consideraron cosa indigna que, si nuevamente eran dueños de la ciudad, no lo fuesen de la Iglesia Metropolitana consagrada a la Santísima Virgen. En consecuencia, fueron a presentar sus quejas ante el arzobispo Rodrigo y ante la reina Constanza, quienes compartieron su horror de que la Catedral sirviese para los cultos a Mahoma (máximo profeta de los musulmanes) y apoyaron sus peticiones. Alentados por aquella tácita autorización, los cristianos trataron de apoderarse de la Catedral con gente armada, sin tener en cuenta el compromiso del rey ni el peligro a que se exponían en aquella ciudad donde era mayor el número de infieles.

Los moros, ante el ataque, tomaron las armas y, juzgando que el rey quebrantaba el Tratado, se lanzaron contra los cristianos para vengar la injuria. El combate se entabló frente a la Catedral y no cesó hasta que la reina y el arzobispo se presentaron en el campo de batalla para aclarar que el ataque se había lanzado sin saberlo el rey.

Enseguida, los moros enviaron embajadores al rey para denunciar el atentado, y Alfonso volvió rápidamente a Toledo, con el firme propósito de hacer un escarmiento a la reina, el arzobispo y los cristianos por haber quebrantado su real palabra.

Cuando los cristianos de la ciudad tuvieron noticia del enojo del rey, salieron a su encuentro en procesión, encabezada por el arzobispo, la reina y su hija única. Pero ni las súplicas de aquellos personajes, ni los ruegos del pueblo para que los perdonase, atento al motivo que los animó al ataque y que no era otro que el de tributar culto al verdadero Dios en la gran iglesia de Toledo, consiguieron que el monarca accediese a faltar a su honor y a la palabra que había empeñado. Don Alfonso anunció a los solicitantes que la Catedral quedaría en poder de los infieles, como lo había prometido.

Pero en ese momento se produjo un acontecimiento extraordinario, que todos tomaron como una señal de que Dios había escuchado sus plegarias. Los moros consideraron el peligro a que se exponían si mantenían el culto a Mahoma en la Iglesia principal de aquella ciudad cristiana y enviaron al encuentro del rey una comitiva de sus jefes. Los embajadores salieron de Toledo y, postrados ante Don Alfonso, le suplica-ron que perdonase a los cristianos y prometieron devolverle la Catedral.

Grande fue el regocijo del rey y el de su pueblo, que vieron en aquella solución inesperada una obra de la Divina Providencia. El monarca ordenó, con el beneplácito del arzobispo y de todos los fieles que, al día siguiente, justo un 24 de enero, se tomase posesión de la Catedral y se hiciesen festividades especiales en honor de la Virgen María de la Iglesia Metropolitana, a la que, por haber restablecido la paz en la fecha de su fiesta, se la veneraría en adelante con el nombre de Nuestra Señora de la Paz.

Y desde aquel 24 de enero de 1085 hasta hoy, se realizan en Toledo magníficas celebraciones y espléndidas procesiones en su honor.

EL ENAMORADO DE LA VIRGEN


San Ildefonso nació en Toledo, España. Su tío era Eugenio, también de Toledo. Estudió en Sevilla bajo San Isidoro. Entró a la vida monástica y fue elegido abad de Agalia, en el río Tajo, cerca de Toledo. En el 657 fue elegido arzobispo de esa ciudad. Unificó la liturgia en España; escribió muchas obras importantes, particularmente sobre la Virgen María.

San Ildefonso tenía una profunda devoción a la Inmaculada Concepción XII siglos antes de que se proclamara dogmáticamente. Ella le favoreció con grandes milagros.

Milagro del encuentro con la Virgen

Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Alfonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.

Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó
un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.

En la catedral los peregrinos pueden aun observar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso.

TESTIGOS DEL VERDADERO AMOR


A lo largo de la historia de la Iglesia, el camino ha estado sembrado por la flor de la entrega, de la confianza y del absoluto abandono en las manos del Señor, de hombres y mujeres de toda condición, que han descubierto que sus vidas, encontraban su pleno sentido, en ese Cristo, que abriendo sus brazos en la cruz, reconcilió en Él, a todos los hombres.
Y muchas han sido las ocasiones, en las que el ambiente no ha comprendido, que se pudiera vivir desde Cristo y para Cristo, y ha intentado acabar con la vida en flor de estas personas, aunque lo único que han logrado, es alentar aún más a los cristianos, a vivir más fielmente, a creer más convencidamente la fe, y a dar un testimonio más auténtico.

El pasado Jueves, la Iglesia tenía presente, el martirio del joven soldado San Sebastián.
Su entrada en el ejército romano, no tenía otra finalidad que ayudar a los cristianos perseguidos. Precisamente cuando uno de aquellos seguidores de Jesucristo estaba a punto de ser sacrificado y padecer como el Maestro en la Cruz, el santo le anima ante los lamentos de su familia que le podían llevar a desistir de sus deseos iniciales de morir mártir.
Su cargo de capitán imperial, le hará si cabe mayor defensor de la causa de Cristo. Pero pronto será descubierto y denunciado ante el emperador Maximino quien, tras informarse de la condición cristiana de Sebastián le llama y le pone en una disyuntiva: Si acepta ofrecer un sacrificio a los ídolos será ascendido, mientras que si persiste en su creencia será condenado a muerte como prescribía la ley de Roma.
El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.
Pronto levantarían en Roma una Basílica dedicada a él, invocándole como protector de los heridos, de las plagas y de las enfermedades. San Ambrosio pronunció grandes sermones, elogiando la personalidad testimonial del Santo. Es Patrón de los soldados, de los atletas y los arqueros.
Son muchos los pueblos que lo veneran como Patrón. Muy cerca a nuestro pueblo
de Íllora, en el vecino pueblo de Alfacar, a él se acogen bajo su patronazgo. Su ermita que se divisa desde todo el pueblo, está junto al cementerio, y en los días previos a su festividad, es llevado hasta la parte más alta del pueblo, dónde permanece en la llamada Iglesia de las canteras, para después bajar a la Iglesia Parroquial, dónde se celebra la Eucaristía de su festividad y salir en procesión.

Oración a San Sebastián Dios y Señor, que a vuestro mártir San Sebastián tan poderosamente le fortificasteis en la fe, que por ningunas carnales promesas, ni amenazas, ni tormentos, ni saetas, pudo ser de ella movido ni separado, humildemente os rogamos que por sus dignos merecimientos, en nuestras tribulaciones tengamos ayuda, en nuestras persecuciones consolación, y en todo tiempo contra la pestilencia remedio, porque así podamos resistir las asechanzas del diablo varonilmente, vencer al mundo, lo que hay en él menospreciar, y ninguna cosa suya contraria temer. Así que finalmente podamos haber la gloria eterna, por nuestro Señor Jesucristo, que con Vos vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


El día 21 de Enero, es Santa Inés, quién nos invita a ser fieles a nuestra fe.

Su nombre está asociado al sustantivo latino agnes, derivado de agnus-i (que significa cordero). Los datos sobre su vida la sitúan en el siglo IV morirá mártir, siendo muy joven. De origen noble, poseía muchas riquezas y bienes, por lo que tenía multitud de patricios romanos que buscaban pretenderla en matrimonio. Sin embargo, ella desistió cualquier compromiso alegando su Fe en Cristo. Así empieza a tener dificultades, porque es acusada de cristiana, religión que no sólo prohibía, sino que también perseguía, el Imperio Romano. Por este motivo, intentan desviarla de la senda recta, usando todo tipo de estratagemas, de las que Inés sale victoriosa. Al ver que nada conseguían, la intentan quemar en una hoguera, pero ella sale ilesa milagrosamente. Entonces, muere decapitada en el año 304. Después del Edicto de Milán, por el que se deja de perseguir la religión cristiana, la hija de Constantino, levanta una Basílica en su honor en al Vía Nomentana, extendiéndose su culto rápidamente. Tanto San Ambrosio de Milán como el Papa San Dámaso, dejan diversos escritos elogiando el testimonio de la Santa, que vivió las virtudes cristianas y humanas en grado heroico. También se halla incluida en el Canon Romano.

Oración a Santa Inés

Dios Padre amoroso que eliges a los más débiles ante el mundo para confundir así a los fuertes, concédeme la gracia de ser como Santa Inés, fiel al amor de tu hijo Jesús que murió por nosotros en la Cruz, fiel en lo mucho y en lo poco, fiel en la alegría y en la tristeza, fiel en el estudio y en la diversión.

Que nunca me aparte de tí y, que por la intercesión de Santa Inés, bajo el amparo protector de la Virgen María me mantengas siempre alejado de las ocasiones de pecado.

Amén

El día 22 de Enero, el martirio de San Vicente, diácono, nos anima en nuestro caminar.

San Vicente era un diácono español, y su martirio se hizo tan famoso que San Agustín le dedicó cuatro sermones y dice de él que no hay provincia donde no le celebren su fiesta. Roma levantó tres iglesias en honor de San Vicente y el Papa San León lo estimaba muchísimo. El poeta Prudencio compuso en honor de este mártir un himno muy famoso.

Era diácono o ayudante del obispo de Zaragoza, San Valerio. (Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdocio). Como el obispo tenía dificultades para hablar bien, encargaba a Vicente la predicación de la doctrina cristiana, lo cual hacía con gran entusiasmo y consiguiendo grandes éxitos por su elocuencia y su santidad.

El emperador Diocleciano decretó la persecución contra los cristianos, y el gobernador Daciano hizo poner presos al obispo Valerio y a su secretario Vicente y fueron llevados prisioneros a Valencia. No se atrevieron a juzgarlos en Zaragoza porque allí la gente los quería mucho. En la cárcel les hicieron sufrir mucha hambre y espantosas torturas para ver si renegaban de la religión. Pero cuando fueron llevados ante el tribunal, Vicente habló con tan grande entusiasmo en favor de Jesucristo, que el gobernador regañó a los carceleros por no haberlo debilitado más con más atroces sufrimientos. Les ofrecieron muchos regalos y premios si dejaban la religión de Cristo y se pasaban a la religión pagana. El obispo encargó a Vicente para que hablara en nombre de los dos, y éste dijo: "Estamos dispuestos a padecer todos los sufrimientos posibles con tal de permanecer fieles a la religión de Nuestro Señor Jesucristo". Entonces el perseguidor Daciano desterró al obispo y se dedicó a hacer sufrir a Vicente las más espantosas torturas para tratar de hacerlo abandonar su santa religión.

El primer martirio fue un tormento llamado "el potro", que consistía en amarrarles cables a los pies y a las manos y tirar en cuatro direcciones distintas al mismo tiempo. Este tormento hacía que se desanimaran todos los que no fueran muy valientes. Pero Vicente, fiel a su nombre, que también significa "valeroso", aguantó este terrible suplicio rezando y sin dejar de proclamar su amor a Jesucristo.

El segundo tormento fue apalearlo. El cuerpo de Vicente quedó masacrado y envuelto en sangre. Pero siguió declarando que no admitía más dioses que el Dios verdadero, ni más religión sino la de Cristo. El mismo jefe de los verdugos se quedó admirado ante el valor increíble de este mártir.

Entonces el gobernador le pidió que ahora sí le dijera dónde estaban las Sagradas Escrituras de los cristianos para quemarlas. Vicente dijo que prefería morir antes que decirle este secreto.

Y vino el tercer tormento: la parrilla al rojo vivo. Lo extendieron sobre una parrilla calientísima erizada de picos al rojo vivo. Los verdugos echaban sal a sus heridas y esto le hacía sufrir mucho más. Y en todo este feroz tormento, Vicente no hacía sino alabar y bendecir a Dios.

San Agustín dice: "El que sufría era Vicente, pero el que le daba tan grande valor era Dios. Su carne al quemarse le hacía llorar y su espíritu al sentir que sufría por Dios, le hacía cantar". Si no hubiera sido porque Nuestro Señor le concedió un valor extraordinario, Vicente no habría sido capaz de aguantar tantos tormentos. Pero Dios cuando manda una pena, concede también el valor para sobrellevarla.

El tirano mandó que lo llevaran a un oscuro calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios cortantes y que lo dejaran amarrado y de pie hasta el día siguiente para seguirlo atormentando para ver si abandonaba la religión de Cristo. El poeta Prudencio dice: "El calabozo era un lugar más negro que las mismas tinieblas; un covacho que formaban las estrechas piedras de una bóveda inmunda; era una noche eterna donde nunca penetraba la luz".

Interviene Dios. Pero a medianoche el calabozo se llenó de luz. A Vicente se le soltaron las cadenas. El piso se cubrió de flores. Se oyeron músicas celestiales. Y una voz le dijo: "Ven valeroso mártir a unirte en el cielo con el grupo de los que aman a Nuestro Señor". Al oír este hermoso mensaje, San Vicente se murió de emoción. el carcelero se convirtió al cristianismo, y el perseguidor lloró de rabia al día siguiente al sentirse vencido por este valeroso diácono.

viernes, 14 de enero de 2011

TOTUS TUUS


Nos unimos a la alegría de toda la Iglesia, por el anuncio de la Beatificación del Papa Juan Pablo II, quién desde el comienzo de su Pontificado, se definió como profundamente mariano, de ahí el mismo lema de su escudo: "Todo tuyo María".

Juan Pablo II será beatificado el 1 de mayo tras reconocerle el Papa un milagro

Juan Pablo II será beatificado el próximo 1 de mayo. El Papa ha firmado toda la documentación sobre su antecesor en el cargo y, de esta manera, será proclamado beato 6 años después de su fallecimiento.

Con Juan Pablo II se han saltado una de las normas de la Iglesia que indican que ningún proceso puede abrirse hasta pasados cinco años de la muerte.

El clamor popular que recitaba aquel Santo Subito en la Plaza de San Pedro hizo mella en Ratzinger y derrogó esa norma para que se pudiera empezar a recopilar y estudiar la documentación en torno al papa Karol Wojtyla.

En la Basílica de San Pedro

Aunque aún faltaba la firma de Benedicto XVI, la Basílica de San Pedro se estaba preparando para acoger los restos de Juan Pablo II. El féretro del Papa Wojtyla será trasladado a la planta del templo desde su actual ubicación, en la Gruta Vaticana. Las obras acaban de comenzar. La reubicación del cuerpo se producirá cuando el anterior Papa sea proclamado beato.

Para albergar los restos de Juan Pablo II se ha elegido la Capilla de San Sebastián que se encuentra entre la Piedad de Miguel Ángel y el Santo Sepulcro. Se ha optado por este sitio porque se encuentra junto a la entrada y, así, facilitará la visita de los peregrinos.

La firma del Papa era el único paso que faltaba para dar 'luz verde' a la beatificación de su predecesor, después de que los 30 purpurados y obispos que forman parte de la Comisión de este dicasterio aprobara el pasado miércoles un milagro por intercesión de Juan Pablo II.

La curación de una monja francesa

Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años.

La religiosa superó, dos meses después de la muerte del Papa en abril de 2005, todos los síntomas del Parkinson de forma "inexplicable" según las autoridades médicas de la comisión de beatificación.

La hermana Marie Simon ha sido la pieza clave para el proceso de beatificación del antecesor de Benedicto XVI.

Sin esperar cinco años

El 13 de mayo de 2005, el mismo Benedicto XVI anunciaba en la Basílica de San Juan de Letrán el inicio del proceso de beatificación de su predecesor, que comenzó oficialmente el 28 de junio de 2005, dos meses después del fallecimiento del Pontífice, gracias a la dispensa concedida por Benedicto XVI para que la causa pudiera empezar sin necesidad de esperar a los cinco años de rigor que deben transcurrir entre el fallecimiento de una persona y el comienzo de su causa.

Esta dispensa fue concedida también por Juan Pablo II para beatificar a la Madre Teresa de Calcuta, cuyo proceso comenzó menos de dos meses después de su fallecimiento y que fue beatificada seis años después, en octubre de 2003.

El sacerdote polaco Slawomir Oder fue nombrado por Benedicto XVI como postulador de la causa de beatificación de Juan Pablo II y se inclinó por la curación de la religiosa francesa como el milagro que decidiría si el llamado 'Papa viajero' sería elevado a los altares.

Juan Pablo II fue nombrado 'Venerable' y reconocidas sus virtudes heroicas el 19 de diciembre del año 2009, el primer paso para el proceso que le llevará a los altares. Después de su beatificación, será necesario un segundo milagro para que sea declarado definitivamente como "santo" y entrar así en la lista de los santos de la Iglesia.


jueves, 13 de enero de 2011

PARA MEDITAR


"Los maestros pueden abrir la puerta, pero sólo tú puedes entrar" Proverbio chino.

"Es preciso que el corazón del hombre esté sereno para sentir que Dios está en su seno." Pablo de Olavide.

"Dios nos ha dado dos alas para volar hasta Él: el amor y la razón". Platón.

Fácil es ocupar un lugar en cualquier sitio... difícil es ocupar el corazón de alguién.
Fácil es herir a quién nos ama... difícil es curar esa herida.
Fácil es dictar reglas... difícil es seguirlas.
Fácil es soñar todas las noches...difícil es luchar por un sueño.
Fácil es mostrar la victoria... difícil es asumir la derrota con dignidad.
Fácil es admirar la luna llena... difícil es ver su otra cara.
Fácil es saber que estás rodeado por personas queridas... difícil es saber eso y no sentirse solo.
Fácil es tropezar en una piedra... difícil es levantarse.
Fácil es difrutar la vida todos los días... difícil es darle el verdadero valor.
Fácil es prometer a alguien algo... difícil es cumplirle esa promesa.
Fácil es decir que amamos... difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás... difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es cometer errores... difícil es aprender de ellos.

martes, 11 de enero de 2011

LA SALVACIÓN DE TODOS LOS PUEBLOS

Ya ha pasado la Navidad. Con la celebración del Bautismo del Señor, volvemos al Tiempo Ordinario, en el que escucharemos a Jesús, lleno del Espíritu de Dios, llamándonos a la conversión, llamándonos a la felicidad más plena, descubriendo la presencia del Padre en nuestro corazón.
Pero a los cuarenta días de su nacimiento, le Ley exigía, que el primogénito fuera presentado al Señor, por eso, dentro de muy poco, volveremos a ver a unos padres emocionados, que acercándose al Templo de Jerusalén, ofrecen al Padre, a quién han recibido de Él. Allí, el anciano Simeón, tomando al Niño en brazos, entonará un canto a Dios, que todas las noches rezamos en la oración de Completas, pero que yo os invito a orar con este cántico, en cualquier momento de nuestra vida, al comienzo de este nuevo año:

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Que Él sea nuestra la luz, la única luz que nos guíe por el sendero de la vida, y que como en la presentación en el Templo, que la Virgen, nos presente a cada uno de nosotros, ante Cristo, ante Dios, para que nos llenemos de su fuerza, de su gracia, de su amor.

CULTOS MENSUALES EN HONOR DE LA VIRGEN DEL CARMEN


Este domingo, 16 de Enero, como cada mes, nos reuniremos en el Templo Parroquial de la Encarnación de Íllora, para que de la mano de nuestra Señora del Carmen, acercarnos al Altar del Señor, y junto al pan y al vino, ofrecer todas nuestras alegrías y nuestras angustias, todo lo que anhelamos, todo lo más importante de nuestra vida.
A las 18,30 de la tarde, comenzaremos con la Exposición del Santísimo, meditanto ante Él, los misterios gloriosos del Santo Rosario.
A las 19 horas, con la bendición y reserva del Santísimo, comenzará la Eucaristía, en ella, pediremos por todas las intenciones de todas las familias que reciben en su hogar la capilla de la Señora, y también por todos nuestros hermanos que desde el cielo, ya rezan por nosotros, en este último mes, nuestros hermanos
Antonio Navarro, Salvador López y Antonio José Jiménez tomados de la mano de la Virgen, se fueron por el sendero de la eternidad, y estamos seguros que rezarán por nosotros cada día ante Ella.
Os invitamos a todos y todas, a uniros a nosotros por medio de la oración, este domingo, que Ella siempre nos ayude a encontrarnos con Cristo, la meta de nuestra vida, la verdad más plena que tenemos.

jueves, 6 de enero de 2011


Himno: ESTRELLA NUNCA VISTA SE APARECE

Estrella nunca vista se aparece
a los remotos magos orientales,
y, al juzgar de los fuegos celestiales,
otra lumbre mayor los esclarece.

Nacido sacro Rey se les ofrece,
con nuevas maravillas y señales,
para que reverentes y leales
la obediencia le den como merece.

Parten llevados de la luz y el fuego,
del fuego de su amor; luz que los guía
con claridad ardiente y soberana.

Subió al trono de Dios el pío ruego,
y, llenos de firmísima alegría,
vieron la luz de Dios por nube humana.

Gloria y loores por la eternidad
tribútense a la Santa Trinidad. Amén.

Himno: REYES QUE VENÍS POR ELLAS

Reyes que venís por ellas,
no busquéis estrellas ya,

porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Mirando sus luces bellas,

no sigáis la vuestra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Aquí parad, que aquí está
quien luz a los cielos da:
Dios es el puerto más cierto,
y si habéis hallado puerto
no busquéis estrellas ya.

No busquéis la estrella ahora:
que su luz ha oscurecido
este Sol recién nacido
en esta Virgen Aurora.

Ya no hallaréis luz en ellas,
el Niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.

Aquellas lágrimas bellas
la estrella oscurecen ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Amén.


ANUNCIO DE LAS FIESTAS DEL AÑO.


En la misa de la festividad de Epifania, al término del Evangelio, se suele anunciar, llenos de gozo y alegría, las fiestas que vamos a celebrar en este nuevo año litúrgico, como una síntesis de nuestro camino de fe, que poco a poco, unidos a nuestros hermanos, vamos a recorrer, desde la Hermandad del Carmen de Íllora, nos unimos con gozo a este anuncio, y os hacemos partícipes de él:

La gloria del Señor, se ha manifestado en Belén, y seguirá manifestándose entre nosotros, hasta el día de su retorno glorioso.

Por eso, os anuncio con gozo, hermanos y hermanas,
que así como nos hemos alegrado, en las fiestas de la Navidad de nuestro Señor Jesucristo, nos alegraremos también en la gran celebración pascual, de la Resurrección de nuestro Salvador.

Asi pues, sabed que este año la ejercitación de la cuaresma, que nos prepara para la Pascua, comenzará el 9 de Marzo, Miércoles de Ceniza, y del 22 al 24 de Abril, celebraremos con fe el Triduo Pascual, de la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesús.

El día 24 de Abril, será la Pascua,
la fiesta más grande del año.

Y al cabo de cincuenta días,
como culminación de la cincuentena pascual,
el domingo 12 de Junio,
celebraremos la Solemnidad de Pentecostés,
el don que Jesús Resucitado hace a su Iglesia:
Su Espíritu Santo.

Cada domingo nos reuniremos para celebrar la Eucaristía,
conmemorando la resurreción del Señor,
y veneraremos también la memoria de la Virgen en sus fiestas,
y de tantos hermanos, santos y santas,
que nos acompañan en nuestro camino.

Y ya, al finalizar el año, el día 27 de Noviembre,
iniciaremos un nuevo año litúrgico
con la celebración del domingo primero
del Adviento de nuestro Señor Jesucristo.

A Él, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén.