Y llegada la mañana del Sábado 26 de Enero, la solidaridad, la ilusión, la alegría y la fe, se puso de manifiesto en un gran número de manos, de hombros, de corazones, que compartiendo una misma fe en Jesús, compartíamos el gozo de ayudar a los demás, y a unos demás que son los más necesitados de la sociedad... los niños y niñas más pobres.
Nuestro Párroco ha sido el primero en animar, colaborar, y trabajar para que el contenedor de ayuda a Honduras, fuera una realidad...
Y como siempre que se propone algo... al final lo consigue.
Gracias a todos y todas, por lograr, que la sonrisa de los niños y niñas del Padre Patricio, brille con toda su intensidad.
GRACIAS ACOES ÍLLORA POR ANIMARNOS A TODOS EN ESTA ILUSIÓN COMPARTIDA.