No es una fecha más en el calendario.
Es un día de agradecimiento, de alabanza a Dios, que se mueve en las cosas más sencillas de la vida, y hace que quiénes se sienten los sabios y entendidos de este mundo, se sientan perdidos, ante el actuar de nuestro Señor, que elige lo más humilde que pueda existir, para hacer grandes proezas, para descubrirnos su poder, pero sobre todo su amor por todos nosotros.
Puede que algunas personas puedan pensar... ¡qué sentido tiene hoy en día, que una imagen llevada en un estuche de madera, vaya pasando de casa en casa!, incluso, puede que algunos piensen que es algo del pasado, que sólo mantiene la melancolía de otra época, y el infantilismo de una fe, que debe madurar.
A unos y a otros, habría que decir lo que Gamaliel: "Si esto no es de Dios, desaparecerá por sí mismo.... si es de Dios...." y la verdad, es que hace por lo menos 87 años, que esta tradición se mantiene en Íllora, tradición que hunde sus raíces en una sencilla fe, que sabe ver a Dios, en todo lo que nos rodea, porque le reconoce presente en nuestra vida.
La devoción a la Virgen del Carmen en Íllora, ha sido una constante a lo largo
de todo el siglo XX, siempre ha habido una familia, unas personas, que se han encargado de honrarla y dar a conocer su amor maternal a todos, de modo, que ni en el tiempo de mayores tragedias, como fué la guerra civil, dejó de visitar la Virgen en sus capillitas a ninguno de sus hijos, llevándoles amor, consuelo, confianza, paz, y la fuerza necesaria para afrontar el día a día, con el corazón puesto en Dios.
Tener la imagen de la Señora en nuestro hogar, en una época en la que todo lo religioso es cuestionable y arrinconado, es hacer una llamada de atención a nuestros sentidos, recordando que por encima de la más novedosa tecnología, los avances científicos, y todo el progreso de nuestra época, el ser humano se sigue preguntando por los mismos temas de siempre, y sigue necesitando de una palabra que sea eterna, y de una cercanía que llegue al corazón.
Cuando escuchas a las familias, la alegría que sienten al recibir a la Virgen, la preocupación que tienen, cuando tarda en llegar, y cómo sienten la ayuda de Dios, a través de la oración, a la que la imagen de la Virgen invita, te das cuenta, que Dios actúa como quiére y cuando quiere, y que nosotros no somos nadie, para poner límites a su proceder, o a escoger los medios que vea más oportunos, para llegar al corazón de sus hijos.
Por eso, en este día, quiero agradecer a Dios, que Él haya sido siempre el artífice de esta historia, y la haya guiado según su voluntad.
Agradecer a las personas que han mantenido a lo largo de los años, desde su entrega y servicio, una devoción a la Virgen, que ha aglutinado siempre a muchas familias.
Dar gracias a Dios, por todas las familias que reciben la Capilla del Carmen en su hogar, por su acogida, por su fe, por su oración, y por seguir manteniendo encendida en su hogar la antorcha de una devoción, que tanto bien está haciendo.
Gracias a nuestro Párroco, D. José Luis, que tan mariano es, que tanto se preocupa por la devoción a la Virgen, de manera que sea por todos conocida, y sobre todo vivida, y por su disponibilidad, servicio y entrega a esta comunidad de devotos de la Virgen del Carmen. Y en él, dar gracias a Dios por cada uno de los sacerdotes que han servido a esta Parroquia, y que han mantenido viva esta devoción, a pesar de los cambios de los tiempos, a pesar de todos los pesares.
Con gran alegría, este año, la Capilla del Carmen, comenzará a visitar varios hogares de nuestra capital granadina, atraídos por la dulzura de la Virgen, por experimentar su cercanía y su amor para con todos.
Gracias a todos, por vuestro apoyo, por vuestros mensajes, y sobre todo, por
tener a la Virgen, justo al lado de Jesús, en el centro de nuestra vida.
Que Ella siempre nos bendiga, y nos siga aumentando la fe, la esperanza y la caridad en Cristo, nuestro Señor y Salvador.
Nuestro email para pedir recibir la Virgen en cualquier hogar es:
virgendelcarmenillora@gmail.com
Thank you all for your messages, your congratulations, your closeness. May the Mother of God, Our Lady of Carmen, as you visit each day to hundreds of homes in this village south of Spain, called Íllora, in the province of Granada, you always fill you with the grace of his presence, and her maternal love.
May she bless you always.
