Desde
el viernes 22 de Junio, al Domingo 24 de Junio, la Hermandad de la
Juventud, en colaboración con la Parroquia, han organizado unos días de
convivencia en el campo, que permitan a los niños y jóvenes unos días de
descanso y diversión, al final del curso, y de unidad y compañerismo,
en el marco incomparable de la Sierra de Madrid, con la implicación de
familias enteras, que han hecho posible, que todo esté teniendo un fruto
maravilloso.
Se
organizó la noche de San Juan, el Sábado 23, a las 11 de la noche, una
Eucaristía, que presidió nuestro Párroco y Consiliario de esta
Hermandad, D. José Luis Ontiveros López.
La
llegada de nuestro Párroco al lugar, fué acogida, con un gran
entusiasmo por padres, niños, jóvenes, abuelas que también quisieron
estar presentes, manifestándoles todos su cariño, y que le necesitamos a
nuestro lado en la Parroquia para siempre.
El
coro rociero, acompañó con sus cantos. Era emotivo, ver a padres y
madres con sus hijos en brazos, al amparo de una gran encina centenaria,
iluminada para tal ocasión, centrando la mirada de todos, en las
imágenes del Cristo de la Juventud y de la Virgen de las Angustias.
Las
distintas partes de la Eucaristía, fueron preparadas por los niños y
jóvenes, que ayudados por sus padres, nos dedicaron palabras de gratitud
por la experiencia que estaban viviendo, en plena naturaleza, con
talleres y una gran piscina que era el centro de su diversión, pero
sobre todo, tuvieron muchas palabras de gratitud para D. José Luis,
nuestro Párroco. Tanto en las peticiones, como en las palabras de D.
Cristóbal Pérez Valenzuela, Hermano Mayor de este grupo parroquial, se
fué repitiendo una y otra vez, la gratitud de todo el pueblo, por todo
el trabajo que realiza nuestro Párroco, manifestándole el deseo de
todos, que siga siéndolo, por muchísimos años.
D.
José Luis, que intentó no dejar escapar ninguna lágrima durante toda la
Eucaristía, no lo pudo evitar, cuando al final de la misma, los niños y
jóvenes habían preparado una canción, aclamándole y diciéndole lo mucho
que lo querían, respondiendo todos los que allí nos encontrábamos, con
una "gran ola" en su honor. Fué un momento muy emotivo.
La
noche continuó con un aperitivo compartido entre todos, y con la
alegría y el cante del coro rociero, que hizo arrancarse a muchas
personas a bailar, y a compartir el gozo de la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, utiliza un lenguaje que no sea ofensivo para nadie. Gracias.