Y pasó el día de la procesión, y la Señora, volvió a su altar, desde el cual, seguiría presidiendo la Novena en su honor, su festividad, y todos los cultos que para honrarla se han organizado en este mes de Julio.
Y siempre rodeada de flores.... y siempre rodeada de oraciones... y siempre rodeada de amores, de gratitudes, de ojos que se centran en Ella...¡y es que es imposible no fijar los ojos en nuestra Madre!
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