En las últimas semanas de la Cuaresma, ya es habitual, que nuestro Párroco, D. José Luis Ontiveros López, invite a todos los grupos de la catequesis parroquial, a vivir una auténtica fiesta del perdón.
Antes, la celebración del perdón, se realizaba con los niños y niñas que íban en ese mismo año, a recibir la primera comunión. Pero desde la llegada de nuestro Párroco, desde los más chiquitines hasta los más grandes, son llamados e invitados a vivir un encuentro festivo con Jesús, que es ante todo, amor, perdón y misericordia.
Este miércoles, hemos comenzado con los grupos de segundo de catequesis...y con la ayuda de esos maravillosos catequistas, hemos ayudado a descubrir a Dios, como ese Padre, que hace fiesta cada vez que nos dirigimos a Él, para pedirle ayuda, para compartir nuestra vida con Él, para darle gracias por su presencia en nuestro caminar.
Con gestos sencillos, nos hemos comprometido a ser mejores de lo que somos, siempre que Él de arriba nos ayude.
Y como toda fiesta que se precie...algo dulce debe poner el broche final...
Gracias a todos: catequistas....nuestro párroco...porque la sonrisa de estos niños...no tiene precio.
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