Algo más de las cinco y media de la tarde, y la plaza de nuestro pueblo, se llenó del color azul de la alegría, de la ilusión, del nerviosismo y de la vitalidad de pequeños y jóvenes, portando sobre sus hombros a Jesús y María, acompañándoles con cirios de promesas, mostrando la inocencia de unos rostros, que a todos nos cautivaron, y a todos nos emocionaron.
Si la Agrupación de antiguos legionarios de Coín atrajo a muchas personas durante todo el recorrido para contemplarlos desfilar...lo que de verdad marcó esa tarde de Miércoles Santo, fue cada niño y cada niña, cada joven, cada padre y madre, cada familia entera, que acompañando a los suyos, arroparon con su emoción, con su oración y con su cariño, a un Cristo de la Juventud y una Virgen de las Angustias, que en esa tarde, pudieron más que la final de fútbol, más que nada, porque Ellos centraron todas las miradas, Ellos a todos nos cautivaron.
Enhorabuena a esa Hermandad, con D. Cristóbal Pérez Valenzuela a la cabeza, y toda esa Junta Directiva, que tanto están haciendo por los niños y jóvenes de este pueblo, por todas las familias que agrupan bajo la tierna mirada de la Virgen, bajo el semblante sereno de Cristo.
Vale la pena no perderse un Miércoles Santo en Íllora... seguro que nunca lo olvidas.
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