Un año más, Chimeneas se ha hecho altar y flor, oración y vela, banda de música y silencio, para honrar y venerar a la Reina de los cielos.
Qué bellísimo altar a Ella le levantaron, dónde en Solemne Triduo, le cantaron, le rezaron, le vitorearon, y con lágrimas en los ojos, todas sus penas le encomendaron.
Desde Íllora, un año más, a sus plantas el 7 de Octubre, nos encontraron.
Ya no sólo nos une amistad, ya no sólo nos une el amor a la Madre...es necesidad lo que sentimos, de unirnos en la alabanza, que los hijos de este pueblo, a Dios tributan, por habernos dado por Reina y Abogada, a la Señora del Rosario.
¡Y qué hermosa procesión!
¡Y qué calles engalanadas!
¡Menudas petaladas!
¡Qué hermosa oración...el silencio de la noche, roto por el rastrear de los pasos de costaleras y costaleros!
¡Enhorabuena a su Hermandad...enhorabuena a toda la Parroquia...a su Párroco D. Miguel Ángel, a toda esa gente buena...que tanto se esforzó, que tanto trabajó, por ofrecerle a la Señora, a la Madre de Dios, lo mejor que tienen en su corazón!
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