Con la celebración del Bautismo del Señor, termina el Tiempo de Navidad, y comienza el Tiempo Ordinario.
Y en esta fiesta, nuestra comunidad parroquial, se llena de la alegría, de la ilusión que brilla en los ojos de tantos niños y niñas, y de la emoción de sus familiares, que casi están aún más nerviosos y asombrados que los mismos niños, en la celebración que realizamos con los niños y niñas de segundo de catequesis, renovando sus promesas bautismales.
Es increíble la labor que realizan las catequistas de nuestra comunidad, la paciencia que tienen, y la entrega generosa que hacen de su tiempo, y cómo en todo ponen todo su cariño.
La celebración, que al participar tantos niños en ella, pues son casi doce grupos de catequesis, se alarga sin remedio, a todos les resultó corta, y salieron muy contentos por haber vivido esta experiencia.
Era verdaderamente emocionante ver a familias enteras acompañando a sus pequeños, acercándose a nuestro Párroco para derramar sobre ellos agua de la fuente bautismal, o cómo estuvieron participando alegremente de cantos y de todas las partes de la Eucaristía.
Enhorabuena a todos...especialmente a nuestro Párroco, D. José Luis, que en esos momentos, su corazón de niño vibra con mucha fuerza.
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