Este pasado fin de semana, iniciamos en nuestra Parroquia, un nuevo año litúrgico, con el Santo Tiempo del Adviento. Nos preparamos no sólo para la el nacimiento de Cristo en la cercana Navidad, sino que afirmamos nuestra fe en la Segunda Venida en gloria de Jesucristo al mundo, mientras que nos preparamos para el encuentro con Él, cada día en la Eucaristía, en la Palabra de Dios, en el hermano que tenemos a nuestro lado. Así de este modo, permanecemos en vela, disponiendo nuestro interior, para ser digna morada del Redentor.
Y en esta ocasión tuvimos la oportunidad de contagiarnos de la alegría, de la fe, y de la sencillez, del P. Héctor, sacerdote comboniano, cuyo origen en México, aunque gran parte de su labor, la haya realizado en centro África.
Nos acompañó esta pasado Sábado, 30 de Noviembre, compartió la catequesis de los niños y niñas de 3º de Catequesis, y presidió la celebración de la Eucaristía, en la que con unas sencillas palabras, nos habló de la importancia de ser luz para los demás, en medio de las dificultades diarias.
Han sido unos momentos intensos y llenos de fe, que estamos siempre dispuestos a repetir.
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