Y comenzamos el Domingo del Espíritu Santo, con este grupo de niños y niñas, llenos de ilusión, porque recibían por vez primera a Jesús en comunión.
Fue una celebración llena de gozo, de momentos de nervios, y de miedo por equivocarse en algo...pero cada uno de ellos, junto a sus padres, catequistas y nuestro Párroco, hicieron que los nervios se fueran convirtiendo en alegría, en tranquilidad y en saber muy bien la importancia del momento que vivían, que les compromete en una amistad, que semana tras semana en cada Eucaristía, irá creciendo.
Enhorabuena a todos ellos.
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