¡Con cuánto mimo y esmero todo se había preparado en las Gabias para la coronación de la Virgen!. La unión de Ayuntamiento, Hermandad, Parroquia y pueblo en general, hizo que sus calles estuvieran engalanadas como nunca, que todo tuviera un brillo especial, y que la Reina de este pueblo, centrara la atención de todo el mundo, en un altar, impresionante.
Nuestro Arzobispo, D. Javier, celebró una Eucaristía llena de momentos únicos e irrepetibles, que explosionaron en cohetes y vivas, cuando la imagen bendita de la Virgen, recibía la corona de amor, veneración y gratitud de sus hijos.
Y hasta la lluvia quiso respetar la celebración, y justo con la bendición final del señor Arzobispo, fué cuando comenzó a llover, queriendo el cielo, calmar tanta emoción, y tanto calor hacia la Madre de Dios, que protegida entre plásticos, seguía atenta la mirada de todos unos hijos, que ni lloviendo se querían marchar de su lado.
¡Viva la Virgen de las Nieves, Viva la Madre de Dios!
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