¡Nunca un Sábado fué tan mariano como ayer, coronaciones de la Madre de Dios, salidas para el camino del Rocío, la Virgen Macarena por las calles de Sevilla...!
Ayer Granada se hizo camino, llenándose de olor a romero y jara, a claveles reventones, escuchándose el motor de las 45 carretas, las pisadas de los bueyes, la fe de unos romeros, que hicieron cantar a toda Graná, esa Salve Rociera, que te cala hasta los huesos, y te hace erizar la piel, mientras cerrando los ojos, te trasladas sin querer, hacia ese Sagrario de la Marisma, que guarda en su interior, la Sagrada Imagen de la Blanca Paloma.
De San Pedro y San Pablo a las Angustias, y de las Angustias al Rocío.
Un año más, las calles de Granada se llenaron de color y del calor de la fe de sus romeros.
¡Quién pudiera con vosotros, agarrarse a la carreta del Simpecao, y paso tras paso, llegar a los pies, de esa Virgen que a todos el corazón nos tiene robao!
¡Que tengáis el mejor de los caminos! ¡y si aparece la lluvia, que sea como un nuevo rocío de pentecostés, que os alivie del esfuerzo del sendero, y os renueve las fuerzas, para llegar, desde Granada al cielo, a ese cielo que es el Rocío en la tierra, dónde el peregrino encuentra consuelo, dónde el que no cree, comienza a abrir la puerta del más grande de todos los misterios!
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