Encima de la mesa del salón de la casa de Josefa Vázquez una vez al mes se pude observar una caja de madera de unos 60 centímetros adornada con flores naturales y una vela. La caja tiene dos puertas pequeñas, un cajón con una ranura a modo de hucha en la parte inferior y en la superior una corona de marquetería con una cruz.
Cuando Josefa abre las dos puertas la imagen en miniatura de la Virgen del Carmen centra toda la atención. «Yo siempre la pongo en el salón para que todo el mundo la vea, además siempre tiene su vela y sus flores naturales», comenta Vázquez mientras cierra las dos puertecitas de la capilla, que abandonará la mesa su salón hasta el próximo mes. A pesar de que durante la última década las visitas domiciliarias de las advocaciones marianas se estaban perdiendo en Medina del Campo y parte de la comarca debido a la falta de inclinaciones de carácter religioso, la crisis económica ha propiciado que esta costumbre popular de principios del siglo XX esté más de moda que nunca. Tal es así que la Cofradía de la Virgen del Carmen sacará en próximas fechas un total de cinco capillas a la calle con coros de al menos veinte personas, como asegura la presidenta de la congregación, Soledad Lozano, quien añade que «con la crisis los cepillos han bajado, pero las vocaciones han crecido».
En estos momentos, hay un total de cinco capillas de la Virgen del Carmen recorriendo las casas de los medinenses. En poco más de un mes, saldrán a las calles otras diez capillas más y en pueblos como Rueda, La Seca y Nava del Rey también llegarán en breve las visitas domiciliarias, según aseguró Lozano, quien añadió que están «muy contentos de este repunte y sobretodo de que la gente joven de unos 30 años nos solicite a la Virgen».
Pero no solo la imagen del Carmen están callejeando, ya que la Milagrosa, Santa Rita o el Sagrado Corazón también tienen adeptos en casas molineras y bloques de pisos. Solo en Medina del Campo hay más de setenta vírgenes de casa en casa. Estas imágenes tienen cada una un coro de veinte personas, por lo que al menos 1.400 medinenses tienen en sus casas una capilla.
Perdida en el pueblo
Cada 28 o 30 días la Virgen llega a casa de los miembros del corom, donde permanece 24 horas, pero en ocasiones esta visita se hace esperar. Una de las capillas estuvo perdida durante seis meses, como recuerda la presidenta de la cofradía del Carmen, quien explica que «a veces suele pasar que alguna vecina que no es del coro pues pide la Virgen por algún motivo especial y claro en esta ocasión la perdimos y no la ubicamos durante medio año, pero bueno al final apareció y no paso nada».
Estos «disgustos o pequeños sustos», como asegura fray Javier de María suelen ser habituales, pero lo idóneo es que la Virgen se mueva de casa en casa y no esté estancada en un sitio concreto por lo que lo ideal que es que los coros estén formados por al menos veinte personas. Según fray Javier «con el Concilio Vaticano II las devociones se miraron de otra manera, es decir estaban más centradas hacía la iglesia, pero hoy en día se está volviendo a las devociones populares. Un total de 250.000 familias de toda España reciben en sus hogares una capilla de la Milagrosa».
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