El pasado 15 de Septiembre, se abrió el año Jubilar, que nos ofrece un año de gracia y de reflexión sobre el camino de nuestra propia fe, bajo la atenta mirada de la Virgen, quién permaneciendo firme al pié de la cruz, nos muestra el mejor ejemplo de discipulado, y el cristal más transparente del amor de una Madre por su Hijo.
Este año Jubilar, se celebra al cumplirse los cien años de la Coronación de la Imagen Sagrada de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada.
Este año Jubilar, se celebra al cumplirse los cien años de la Coronación de la Imagen Sagrada de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada.
Los actos comenzaron el día, en el que la Iglesia venera los Dolores de la Virgen, como una invitación a superar nuestros propios sufrimientos desde la fe y la esperanza de la Virgen, que nunca desconfió de las manos en las que había depositado su vida, sino que apoyada en Él, no temió a nadie ni a nada, pues se sabía sostenida por Dios.
En ese día, Granada entera se hizo flor, para entregarse a los pies de la Virgen de las Angustias, en una ofrenda floral, que ha superado la afluencia de fieles de años anteriores, en una cantidad que ha sorprendido a propios y extraños, pero es que el sentimiento que despierta la Virgen en nuestros corazones es tan grande, es tanto el amor que derrama en nuestras vidas, y es tan difícil la situación general que estamos viviendo, que todos acudimos, a quién realmente, sus palabras no tienen doble sentido, ni buscan ningún interés de otro tipo, que no sea, estar a nuestro lado y ayudarnos a caminar.
Más de ochenta mil personas pasaron ante la Imagen bendita de la Virgen, para dejarle en cada flor, una petición, una acción de gracias, un beso, y todo lo que un hijo desea para su Madre, y no hay Madre como Ella.
Así, la noche del 15 de Septiembre, la fachada del Templo Basilical de las Angustias, quedó completamente cubierto de flores, de niños, mayores, jóvenes, adultos, instituciones de todo tipo, toda una ciudad a los pies de la Virgen.
Pero todo no ha quedado ahí. Durante todo el mes de Septiembre, la Basílica no ha tenido un momento, que estando abierta al público, no haya estado a rebosar de fieles. Todos con la mirada fija en la imagen de la Virgen.
Y ese desbordamiento de devoción, de fe, de emoción, y de todo lo que mueve la Virgen, se plasmó especialmente, este último domingo de Septiembre, cuando en una marea humana nunca vista hasta ahora en Granada, acompañó el trono sobre el que la Señora de Granada se paseaba por su pueblo, un pueblo que no paró de aclamarla, de aplaudirle, de ofrecerle lágrimas llenas de agradecimientos y de oraciones, un amplio abanico de emociones, que hacían poner la carne de gallina, sólo estando allí presente, y de emoción viendo los días siguientes las imágenes que todos los medios han recogido, en los que se vuelve a reiterar, que la procesión de la Virgen en esta ocasión, ha superado con muchas creces, todas las expectativas de afluencia de fieles.
Tanto por la mañana a las 6, cuando fué llevada en rosario de la aurora hasta la Catedral, como por la tarde, cuando en procesión triunfante volvía a su Templo, no era posible encontrar un hueco vacío, a su paso por las calles de un itinerario, que parecía la escala de Jacob que bajó del cielo, porque todos los que la acompañaban, les parecía estar caminando por el sendero que lleva a la verdadera gloria.
Y muchos podrían decir...¡son siempre los mismos!... personas mayores, que viven instaladas en el recuerdo de mejores épocas, hablando del sentimiento religioso...
pero que vá... allí había familias jóvenes enteras, con sus hijos, que mostraban tanta alegría y emoción como los mayores, jóvenes de todas las edades, que no querían perderse un sólo instante de la procesión, grabándolo con sus móviles de última generación, o haciendo fotografías sin parar, que luego compartirían en redes social, enviarían por sms a todas sus amistades, allí había, desde personas de muy humilde condición, hasta de las que la crisis nada les afecta... todos pendientes de la Virgen, todos compartiendo una misma fe, y unos momentos, que Granada vivió, como algo único, algo que será muy difícil superar, ya que fueron impresionantes. Aunque cuando hablamos de expresar el amor por la Virgen... siempre nos superamos...
Cuando en días anteriores a esta procesión, leíamos, y escuchábamos en los medios de comunicación, como la asociación "Granada laica", denunciaba a un convento de religiosas de la carrera del Darro, por llamar a la oración con las campanas del convento, a primeras horas de la mañana, supuestamente por las protestas de los vecinos, aunque luego, ni los mismos medios de comunicación encontraron a nadie que avalara con su testimonio estas protestas, el argumento más repetido por esta asociación fue que las prácticas religiosas, pertenecen al ámbito privado de la persona, y no se deben imponer al resto de la comunidad, que no tiene que compartir dichos sentimientos... se ve, que aún siendo una asociación de Granada, desconoce, la profunda raíz cristiana de una ciudad, que vibra ante la Virgen de las Angustias, pero que podríamos decir, que cada mes, cada día del año, expresa públicamente su fe, no sólo con procesiones, sino con la asistencia a cultos en los distintos Templos repartidos por la ciudad, y ayudando a los más necesitados y perjudicados, precisamente no por la religión, sino por esta economía y política, que ha olvidado que está al servicio del ser humano, y no para explotarlo y abusar de él.
Y era curioso, cómo hablaban de las molestias que provocaban los ensayos de las Cofradías en los barrios, de las agrupaciones musicales y bandas de música, de cómo las carrozas que marchan al Rocío, no cumplían una serie de requisitos, que ellos intentan engrandecer, como para justificar su constante persecución a todo lo que sea religioso...y eso que el término "laico", lo único que designa es un ámbito propio para cada aspecto de la vida diaria, sin negar ninguno de ellos, aunque cuando este aspecto es el religioso, pareciera, que necesitaría arrinconarse como algo peligroso para el resto de la sociedad... una sociedad, que al menos aquí en Granada, reconoce el trabajo diario de la Iglesia en favor de los más pobres del pueblo, del esfuerzo y compromiso de Hermandades y Cofradías, y que acompaña, comparte, se emociona, trabaja y vive la fe de niños, jóvenes, adultos y mayores, que a nivel individual pero también dentro de comunidades, como todas las asociaciones de tipo religioso, en sus barrios, hacen posible que la esperanza, nunca deje de brillar.
Por eso, cuando el domingo, Granada entera estaba junto a la Virgen, sin distinción de ideologías, de partidos, de edades, de posición social, de todo lo que en otro momento nos divide, se demostró, que la fe, no es algo sólo privado, sino que necesariamente se comparte y se vive públicamente, porque el tiempo de la catacumbas, hace muchos siglos que se acabó, y la alegría, el gozo, la unidad, y el sentirnos amados y con ganas de compartir esa alegría con los demás, es una buena razón, en medio de tantas negativas como cada día recibimos, para salir a la calle, y reconocer en la Virgen, la mano providente de Dios, que nunca nos abandona, y que nos empuja por la vida, con una fuerza, y una firmeza, que muchos aún no han experimentado.
El día que lo hagan... miraran la vida con unos ojos nuevos.
¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, VIVA NUESTRA MADRE, VIVA LA PATRONA DE GRANADA!!!
Más de ochenta mil personas pasaron ante la Imagen bendita de la Virgen, para dejarle en cada flor, una petición, una acción de gracias, un beso, y todo lo que un hijo desea para su Madre, y no hay Madre como Ella.
Así, la noche del 15 de Septiembre, la fachada del Templo Basilical de las Angustias, quedó completamente cubierto de flores, de niños, mayores, jóvenes, adultos, instituciones de todo tipo, toda una ciudad a los pies de la Virgen.
Pero todo no ha quedado ahí. Durante todo el mes de Septiembre, la Basílica no ha tenido un momento, que estando abierta al público, no haya estado a rebosar de fieles. Todos con la mirada fija en la imagen de la Virgen.
Y ese desbordamiento de devoción, de fe, de emoción, y de todo lo que mueve la Virgen, se plasmó especialmente, este último domingo de Septiembre, cuando en una marea humana nunca vista hasta ahora en Granada, acompañó el trono sobre el que la Señora de Granada se paseaba por su pueblo, un pueblo que no paró de aclamarla, de aplaudirle, de ofrecerle lágrimas llenas de agradecimientos y de oraciones, un amplio abanico de emociones, que hacían poner la carne de gallina, sólo estando allí presente, y de emoción viendo los días siguientes las imágenes que todos los medios han recogido, en los que se vuelve a reiterar, que la procesión de la Virgen en esta ocasión, ha superado con muchas creces, todas las expectativas de afluencia de fieles.
Tanto por la mañana a las 6, cuando fué llevada en rosario de la aurora hasta la Catedral, como por la tarde, cuando en procesión triunfante volvía a su Templo, no era posible encontrar un hueco vacío, a su paso por las calles de un itinerario, que parecía la escala de Jacob que bajó del cielo, porque todos los que la acompañaban, les parecía estar caminando por el sendero que lleva a la verdadera gloria.
Y muchos podrían decir...¡son siempre los mismos!... personas mayores, que viven instaladas en el recuerdo de mejores épocas, hablando del sentimiento religioso...
pero que vá... allí había familias jóvenes enteras, con sus hijos, que mostraban tanta alegría y emoción como los mayores, jóvenes de todas las edades, que no querían perderse un sólo instante de la procesión, grabándolo con sus móviles de última generación, o haciendo fotografías sin parar, que luego compartirían en redes social, enviarían por sms a todas sus amistades, allí había, desde personas de muy humilde condición, hasta de las que la crisis nada les afecta... todos pendientes de la Virgen, todos compartiendo una misma fe, y unos momentos, que Granada vivió, como algo único, algo que será muy difícil superar, ya que fueron impresionantes. Aunque cuando hablamos de expresar el amor por la Virgen... siempre nos superamos...
Cuando en días anteriores a esta procesión, leíamos, y escuchábamos en los medios de comunicación, como la asociación "Granada laica", denunciaba a un convento de religiosas de la carrera del Darro, por llamar a la oración con las campanas del convento, a primeras horas de la mañana, supuestamente por las protestas de los vecinos, aunque luego, ni los mismos medios de comunicación encontraron a nadie que avalara con su testimonio estas protestas, el argumento más repetido por esta asociación fue que las prácticas religiosas, pertenecen al ámbito privado de la persona, y no se deben imponer al resto de la comunidad, que no tiene que compartir dichos sentimientos... se ve, que aún siendo una asociación de Granada, desconoce, la profunda raíz cristiana de una ciudad, que vibra ante la Virgen de las Angustias, pero que podríamos decir, que cada mes, cada día del año, expresa públicamente su fe, no sólo con procesiones, sino con la asistencia a cultos en los distintos Templos repartidos por la ciudad, y ayudando a los más necesitados y perjudicados, precisamente no por la religión, sino por esta economía y política, que ha olvidado que está al servicio del ser humano, y no para explotarlo y abusar de él.
Y era curioso, cómo hablaban de las molestias que provocaban los ensayos de las Cofradías en los barrios, de las agrupaciones musicales y bandas de música, de cómo las carrozas que marchan al Rocío, no cumplían una serie de requisitos, que ellos intentan engrandecer, como para justificar su constante persecución a todo lo que sea religioso...y eso que el término "laico", lo único que designa es un ámbito propio para cada aspecto de la vida diaria, sin negar ninguno de ellos, aunque cuando este aspecto es el religioso, pareciera, que necesitaría arrinconarse como algo peligroso para el resto de la sociedad... una sociedad, que al menos aquí en Granada, reconoce el trabajo diario de la Iglesia en favor de los más pobres del pueblo, del esfuerzo y compromiso de Hermandades y Cofradías, y que acompaña, comparte, se emociona, trabaja y vive la fe de niños, jóvenes, adultos y mayores, que a nivel individual pero también dentro de comunidades, como todas las asociaciones de tipo religioso, en sus barrios, hacen posible que la esperanza, nunca deje de brillar.
Por eso, cuando el domingo, Granada entera estaba junto a la Virgen, sin distinción de ideologías, de partidos, de edades, de posición social, de todo lo que en otro momento nos divide, se demostró, que la fe, no es algo sólo privado, sino que necesariamente se comparte y se vive públicamente, porque el tiempo de la catacumbas, hace muchos siglos que se acabó, y la alegría, el gozo, la unidad, y el sentirnos amados y con ganas de compartir esa alegría con los demás, es una buena razón, en medio de tantas negativas como cada día recibimos, para salir a la calle, y reconocer en la Virgen, la mano providente de Dios, que nunca nos abandona, y que nos empuja por la vida, con una fuerza, y una firmeza, que muchos aún no han experimentado.
El día que lo hagan... miraran la vida con unos ojos nuevos.
¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, VIVA NUESTRA MADRE, VIVA LA PATRONA DE GRANADA!!!
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