Y extendió los brazos sobre la cruz, y dejó que abrieran fuentes de vida en sus manos, y cuando ya todo nos lo había dado, dejó también escurrirse por el costado, y como una lluvia de rocío nueva, escapó la poca sangre y agua que quedaba...
Ante Él, poco se puede decir...sólo se puede contemplar.
Ante Él, el silencio inunda el espacio, pues nadie jamás te amará como Él lo hizo, y lo hace a cada rato.
Ante Él, todo es relativo, sólo Él es definitivo.
Viernes Santo en Íllora, Viernes de Cruz, de Veracruz.
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