Llegado el Mes de Mayo, los distintos grupos de catequesis parroquial infantil, van terminando sus actividades, y preparándose intensamente, para vivir en comunidad, la celebración de las primeras comuniones.
Así, los últimos días, entre fichas recordatorias de todo un año, y pequeñas excursiones que les llena de ilusión, concluíamos con algunos dulces en la sacristía, entre refrescos, y mucha emoción.
En este curso, hemos vuelto a mostrarles a los niños y niñas, el resultado de la restauración de nuestra Torre, que para quiénes subían por vez primera, era todo un descubrimiento, y a los que ya lo hacían por segunda vez, se le envolvió de algún halo de misterio y hasta con fantasma incluido, para que todo les pareciera nuevo.
Era muy satisfactorio ver las caras de asombro de los más pequeñuelos, y de admiración de sus familiares, pues cada día nos acompañaron un grupillo de familiares que aún no habían visto la Torre restaurada.
Gracias a todos, por este curso de catequesis. Gracias a los padres, a los catequistas, a nuestro Párroco, y seguro, que quedarán grabados en nuestro corazón, muchos de los momentos vividos...
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