Comenzó todo, un 16 de Julio, y cada día fue, una nueva aventura, porque conocerse, porque compartir, porque vivir unidos una experiencia tan grande como las colonias en la Herradura, es una auténtica aventura, en la que el capitán es Jesús, los exploradores son Juan Carlos, ayudándole José Luis, y un grupo de monitores, para los que, ayudar a descubrir la alegría de la fe a estos niños y jóvenes, es su principal objetivo.
Las colonias unen fe, diversión, trabajo, playa, responsabilidades, talleres, charlas, momentos tan variados, como las horas que forman cada día de las colonias.
Las noches son siempre complicadas...el sueño en el verano no llega, y las horas en la madrugada, son para algunos como Juan Carlos, momentos de apenas dormir, y mucho controlar.
La cocina es un trabajo casi de 24 horas...pues hasta los que comen poco, allí no paran...primero porque tenemos cocineras de hotel de más de cinco estrellas...y luego porque cuando ven comer a los demás, todos se animan a participar.
Uno de los momentos especiales, es la Eucaristía. Allí, cada uno expresa su gratitud, sus ganas de seguir compartiendo esta experiencia en años sucesivos, y sobre todo, el deseo de todos, de que las colonias se prolonguen a lo largo de todo el año, en cada una de sus Parroquias.
Son cientos y cientos las fotos que se hacen en estos días...valgan éstas para agradecer a todos los que hacen posible estas colonias, todo su esfuerzo e ilusión.
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