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VIGILIA DE ORACIÓN - DOMUND 2024

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TESTIMONIO DE MARINO RESTREPO

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GRUPO DE ORACIÓN "REINA DE LA PAZ Y PADRE PÍO"

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NUESTRA MADRE DEL CARMEN DE ÍLLORA

CELEBRACIÓN VIRGEN DE LOURDES 2018 EN LA PARROQUIA DE ÍLLORA

viernes, 11 de febrero de 2011

11 de FEBRERO: NUESTRA SEÑORA DE LOURDES


El 11 de febrero de 1858, tres niñas, Bernadette Soubirous, de 14 años, su hermana Marie Toinete, de 11 y su amiga Jeanne Abadie, de 12 salieron de su casa en Lourdes para recoger leña. Camino al río Gave, pasaron por una gruta natural donde Bernadette escuchó un murmullo y divisó la figura de una joven vestida de túnica blanca, muy hermosa, ceñida por una banda azul y con un rosario colgado del brazo. Se acercó y comenzaron a rezar juntas, para luego desaparecer.

Por un período de cinco meses, la Virgen se le apareció a la niña, en medio de multitudes que se acercaban para rezar y poder observar a la hermosa señora, pero la Virgen sólo se le aparecía a la niña. En reiteradas ocasiones, Bernadette fue víctima de desprecios y burlas por parte de las autoridades eclesiales y civiles de pueblo, pero la niña se mantuvo firme en su fe mariana sobre todo en el especial pedido que la Virgen le había encargado: la construcción de una capilla sobre la gruta y la realización de una procesión.

Luego de la última aparición ocurrida en16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmen, Bernadette ingresó a la orden religiosa de las hermanas enfermeras, a la edad de 22 años, y permaneció allí hasta su muerte a los 34 años de edad.

*Visite nuestro especial en
http://www.aciprensa.com/Maria/Lourdes/index.html

María se puso en camino, y fue a prisa a la montaña a atender a su prima Isabel.

Esa es, hermanos, la actitud de la Virgen, en todo momento, estar atenta a las necesidades de todos, para con prisa atenderlas y llenarnos de fuerza y de consuelo.

La Virgen en medio de la Iglesia, es una constante invitación a la oración, a la gratitud, y a la esperanza en el Señor.

Son muchos los problemas que nos rodean, si tomáramos la misma actitud de la Virgen, de abandonarnos en las manos del Señor, de que su voluntad nos guíe, encontraríamos unidos nuevas soluciones, a tanta oscuridad como a veces nos invade.

Hoy, fiesta de la Virgen de Lourdes, agradecemos al Señor, que nos haya entregado a tan cercana Madre, porque de su mano, descubrimos a Dios cada día, presente en las cosas más sencillas de la vida, en los momentos que menos llaman la atención de nuestro camino.

Lourdes es hoy, un río de gracia para toda la humanidad, acercarse a aquel lugar, es vivir la experiencia de sentirse en el paraíso, de revitalizar nuestra fe, contemplando y compartiendo la fe y las experiencias de tantos hermanos, que peregrinan a Lourdes buscando a Dios.

Y Lourdes es sobre todo, un momento de cambio en tu propia vida. Allí descubres, cómo siempre hay personas que sufren aún más que nosotros, que están aún peor que nosotros, pero que allí, están llenos de felicidad, llenos de ilusión, contagiándote alegría, porque se sienten tan cerca de Dios, que casi ni lo pueden explicar.

Por eso, hermanos, os invito a tener siempre presente en vuestra vida a la Virgen. En nuestra oración, que Ella esté en medio, para presentarla al Padre. Que en nuestras Eucaristías, que Ella disponga nuestro corazón para participar plenamente de la celebración. Que en nuestras enfermedades y problemas, acudamos a Ella, para que nos ofrezca el bálsamo del consuelo de Dios.

Quién se acoge a la Virgen, no se haya lejos de Dios, porque en Ella, sólo encontramos un camino y una meta: Dios mismo.

Madre de Lourdes, te pedimos en este día, por todos los enfermos de nuestro pueblo, por todos los que están en los hospitales, por los que se encuentran en sus casas, por los que están muy graves, por los que son muy jóvenes, por los padres y madres que están enfermos, por los padres que atienden a sus hijos enfermos. Salud de los enfermos, llena con tu amor a todos los que sufren enfermedad, para que sientan el amor de Dios que les rodea y les llena de fuerza.

Madre de todos los creyentes, guíanos por la vida, llénanos de tu esperanza, de tu amor y de tu fe.

Virgen de Lourdes, ruega por nosotros.


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