Justo el viernes
siguiente a la festividad del Corpus, día de la caridad, del amor fraterno, la
Iglesia nos propone como modelo de ese amor abnegado, total, el corazón de
Jesús, el horno dónde se prendía la chispa que íba a arrastrar a tantas
personas detrás de él, y que llega hasta nuestros días su llamada.
Y junto a
Jesús, siempre encontramos a María, siempre en actitud de escucha, de servicio,
de silencio, hoy celebramos la fiesta del Inmaculado Corazón de María, el amor
de la Madre, que es entregado y ofrecido a todos nosotros que somos sus hijos,
aquéllos que nos recibió desde la cruz, y a los que siempre acoge, protege y
ruega por nosotros, en ese corazón, que tanto sabe de renuncias, dudas, pero
sobre todo esperanzas, en el caminar que Ella tuvo junto a Jesús.
Hoy le
pedimos a la Virgen, que a todos nos cubra bajo su manto, y nos guarde dentro
de su corazón, para que libres de toda adversidad, podamos seguir caminando por
la vida, al encuentro de su Hijo, Jesucristo.
" Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, utiliza un lenguaje que no sea ofensivo para nadie. Gracias.