Y al terminar la Novena y la celebración del Carmen en la Parroquia, con la aprobación de nuestro Párroco, y consultando al Hermano Mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento y Patronal de San Rogelio mártir, decidimos trasladar la imagen de Nuestra Madre del Carmen, hasta la Casa Hermandad de San Rogelio, para celebrar un Rosario de la Aurora y a continuación la Eucaristía, y que Nuestra Madre, pudiera estar al lado de tantas personas mayores, a las que ya les es imposible asistir a las celebraciones en el Templo Parroquial.
Y ante el anuncio de este hecho, el grupo del Rosario, decidieron celebrar una Novena en la Casa Hermandad de San Rogelio, en honor a Nuestra Madre del Carmen, iniciativa que nos llenó de gozo.
Y así, aquel Domingo 26 de Julio, fiesta de los padres de la Virgen, nos levantamos muy temprano para trasladar la imagen de la Señora hasta la Casa Hermandad. Para comenzar un sencillo rosario por las calles paralelas a la Casa Hermandad, concluyendo con la Eucaristía. Todo fue muy sencillo, pero muy intenso.
Agradecer a la Junta Directiva de San Rogelio su disponibilidad y colaboración; a la Junta Directiva de la Cofradía del Nazareno y la Virgen de los Dolores, igualmente por su disponibilidad y colaboración; y a todas las personas del grupo del Rosario de San Rogelio, en especial a Mercedes, pieza fundamental en este grupo, y que ha logrado que muchos de nuestros mayores, encuentren un espacio idóneo para crecer en la amistad, y para seguir madurando su fe único.
Gracias a todos, pues tanto el Rosario, la Eucaristía, la Novena, fueron momentos muy sencillos, pero a la vez muy emotivos.
Que Ella quiera que podamos repetirlos por muchos años.