Llegó la Navidad, y la Capilla del Carmen, se ha llenado de luz, de amor, de paz, de flores y de oración y alabanza.
María nos ofrece a su Hijo entre sus brazos. Él es la salvación del mundo, la esperanza de cada corazón, el amor más auténtico y la fe que puede cambiar la realidad.
El Domingo, 28 de Diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, como todos los años, nuestro Párroco, D. José Luis, invita a todos los matrimonios de nuestra comunidad, que han celebrado en el presente año, sus bodas de Plata o de Oro, para renovar en la Eucaristía sus promesas matrimoniales. Y todos los años acuden un buen número de ellos, para dar gracias a Dios, por haberlos mantenido unidos en un mismo amor, y por su compañía y la fuerza que les ofrece cada día para seguir luchando en la vida. Gracias a todos ellos por participar de esta celebración, y a nuestro Párroco, por todas estas iniciativas, que tanto animan a nuestra comunidad.
Al día siguiente, fiesta de la Natividad del Señor, celebramos la Eucaristía a las siete de la tarde, y por muchos motivos, esa Eucaristía, en el presente año, quedará grabada en la mente y en el corazón de muchos de los que asistimos y participamos en ella...y sus voces fueron el principal motivo...gracias a todos ellos, antiguos alumnos de la Clase de Religión en el Instituto de Íllora, por compartir con nosotros la dulzura de sus voces, y su disponibilidad para estar con nosotros esa tarde.
Un año más, y a pesar de que la hora, es complicada para muchas personas y familias, ya que aún están en medio de sus cenas de Nochebuena, en nuestra Parroquia, a las doce de la noche, celebramos el Nacimiento del Mesías, hicimos realidad las palabras del Papa Francisco: La Navidad es dejarse encontrar con Jesús.
Y en un clima de auténtica fiesta y alegría, recibimos a Dios en nuestro corazón.
Y esa fiesta y esa alegría, tuvo su máxima expresión, en la compañía y en los cantos del Coro Rociero de Íllora. ¡Cuánto le debemos a este grupo de personas en nuestra comunidad!. Siempre dispuestos, siempre ofreciéndose, cada uno de ellos, son un gran pilar, de la buena marcha de nuestra comunidad parroquial. Realizan un gran esfuerzo por estar esa noche cantando la Misa de Nochebuena, y no hay palabras para agradecerles todo lo que hacen, y el bien que a todos nos hacen.
Y en esta ocasión, también se ha unido Manolo Valenzuela con su acordeón, que generosamente se ofreció para también ofrecerle su música al Niño Dios. Gracias también a él por su compañía y buen hacer.