CONOCE NUESTRA TRADICION MARIANA Y CARMELITA
- HISTORIA DE UNA DEVOCIÓN
- LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN EN ÍLLORA
- LA VISITA DOMICILIARIA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
- MILAGROS DE LA VIRGEN DEL CARMEN
- LITURGIA CARMELITANA
- PEDIDOS DE ORACIÓN. ÚNETE A NOSOTROS,
- UNA CAPILLA, QUE ES PUERTA DEL CIELO
- REZA A NUESTRA MADRE DEL CARMEN, ELLA NUNCA NOS ABANDONA.
- UN POEMA PARA ELLA.
- APOSTOLADO DEL CARMEN
HORARIOS DE LAS MISAS
PROCESIÓN VIRGEN DE FÁTIMA
PARROQUIA DEL CERRILLO DE MARACENA
GRUPO DE ORACIÓN "REINA DE LA PAZ Y PADRE PÍO" CERRILLO DE MARACENA
ANIVERSARIO SACERDOTAL DE D. JOSÉ LUIS
NUESTRA MADRE DEL CARMEN DE ÍLLORA
Nuestra Señora del Carmen from Bernardo Díaz on Vimeo.
CELEBRACIÓN VIRGEN DE LOURDES 2018 EN LA PARROQUIA DE ÍLLORA
lunes, 7 de febrero de 2011
FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR. CANDELARIA 2011.
sábado, 29 de enero de 2011
LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO Y LA PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA.

Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
"Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel."
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, Y a ti misma una espada te atravesará el alma!... a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones."
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Simeón, al ver a María y a José con el Niño Jesús, conoció por una revelación divina que era Cristo. Tomó entonces al Niño en sus brazos y bendijo a Dios y exclamó:
"Ahora puedes dejar morir en paz, Señor, a tu siervo, porque han visto mis ojos a tu Salvador, luz para las naciones y gloria de Israel". María y José admiraban sus palabras.Y vuelto a María le anunció: "Este ha sido puest
o para ruina y para resurrección de muchos; y como una señal de contradicción; y una espada atravesará tu alma".
Pero no pensemos que la ilusión era sólo de los niños, que los jóvenes, los adultos y

Ojalá, esta tradición, que también se celebra en los pueblos vecinos de Íllora, nunca se pierda, y siga siendo vínculo de unión entre todos.
lunes, 24 de enero de 2011
JUNTO A LA SEÑORA, SU TROMPETA NO DEJARÁ DE SONAR


Todos los que recibimos a la Virgen del Carmen en nuestro hogar, rezamos por él, rezamos especialmente por su familia, nos unimos al dolor de todos ellos por esta gran pérdida, les transmitimos nuestro pésame y nuestro apoyo y solidaridad, y esperamos que con la ayuda de Miguel desde el cielo, pronto puedan superar estos momentos. Descanse en Paz, Miguel. Buen hijo, mejor amigo, sentimiento musical, cofrade, y una gran persona. Nos quedamos con una de las marchas que tan bien él tocaba.
NUESTRO TEMPLO PARROQUIAL, UNA JOYA QUE DEBE SER PROTEGIDO

Declarado Monumento Nacional, cualquier intervención en el mismo, debe ser revisado por las distintas administraciones, y más que ayudar a su conservación dicha declaración, en estos momentos, supone casi un lastre, ya que con tanta espera, cada vez está peor, y tampoco se puede intervenir a nivel local, porque todo necesita de las pertinentes autorizaciones.
Nuestro párroco, D. José Luis Ontiveros López, siguiendo todos estos protocolos, ha ído mejorando con pequeñas intervenciones, algunos de los elementos que más peligro suponían. Pero todo se quedaba más bien en el aire, con la promesa que recibía de una ya inminente intervención más global.
Hartos en la Parroquia de esta situación, lo primero que se ha realizado, es el cambio de toda la instalación eléctrica, ya muy antigua, y que no cumplia los requisitos de la ley. Y con la aportación de la misma empresa que lo ha realizado, también se ha instalado una nueva iluminación, que nos muestre la gran belleza que tenemos en nuestro pueblo.
La obra ha supuesto un total de 13.000 Euros, de los cuales, 3.000 los ha donado la empresa U.M.E.G. De las primeras colectas realizadas, se han entregado ya 4.000 euros, por lo que restan aún 6.000.
Sabemos que todos los ilurquenses, como siempre han hecho, responderán a esta llamada a colaborar, para mantener nuestro Templo, lo mejor posible,y que las autoridades locales, y demas entidades y comercios, también arrimarán el hombro.
Los donativos se pueden llevar directamente a la Parroquia, o en las entidades y números de cuenta siguientes:
CAJA GRANADA: 0215037005
CAIXA: 0200002929
Aquí os dejamos un par de videos del interior de nuestro Templo, la pasada Pascua del 2010, justo al terminar los días de procesiones y de grandes celebraciones.domingo, 23 de enero de 2011
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ

El 18 de diciembre del año 645, pasada la medianoche, terminado el IX Concilio de Toledo, su arzobispo Ildefonso (luego declarado santo), ferviente devoto de la Virgen María, en compañía de algunos colaboradores, se dirigió a la Catedral para cantar los maitines (oraciones que se realizaban hacia las 3 de la noche). Al entrar, se produjo en el altar un resplandor fuerte e irresistible a los ojos corporales. Los acompañantes del arzobispo huyeron asustados, pero él avanzó resueltamente y vio a la Santísima Virgen, que había descendido del cielo y estaba sentada en su cátedra episcopal. La Madre de Dios habló con dulces palabras a su fiel servidor y promotor de la fe en su inmaculada concepción, le entregó una casulla, que se conserva allí, y después desapareció. Por este particular beneficio, a su muerte ocurrida el 23 de enero de 667, la Iglesia de Toledo decretó que el 24 de enero se celebrase solemnemente en todo el arzobispado, el memorable descenso de la Virgen María a la Iglesia Catedral.
Sin embargo, el nombre y la advocación de Nuestra Señora de la Paz le es dado a fines del siglo XI, a raíz de un singular acontecimiento histórico.
En efecto, en el año 1085, Alfonso VI, llamado el Bravo, rey de Asturias y León (España), reconquistó la ciudad de Toledo tomada por los moros (musulmanes). Una de las condiciones estipuladas en el Tratado de Paz, fue que el Templo principal de la ciudad quedase para los moriscos (moros que permanecieron en España después de la Reconquista) como mezquita (lugar de culto y oración de los moros). El rey Alfonso firmó el Tratado y enseguida se ausentó de Toledo, dejando a su esposa, la reina Constanza, como gobernadora de la plaza.
Pero los cristianos consideraron cosa indigna que, si nuevamente eran dueños de la ciudad, no lo fuesen de la Iglesia Metropolitana consagrada a la Santísima Virgen. En consecuencia, fueron a presentar sus quejas ante el arzobispo Rodrigo y ante la reina Constanza, quienes compartieron su horror de que la Catedral sirviese para los cultos a Mahoma (máximo profeta de los musulmanes) y apoyaron sus peticiones. Alentados por aquella tácita autorización, los cristianos trataron de apoderarse de la Catedral con gente armada, sin tener en cuenta el compromiso del rey ni el peligro a que se exponían en aquella ciudad donde era mayor el número de infieles.
Los moros, ante el ataque, tomaron las armas y, juzgando que el rey quebrantaba el Tratado, se lanzaron contra los cristianos para vengar la injuria. El combate se entabló frente a la Catedral y no cesó hasta que la reina y el arzobispo se presentaron en el campo de batalla para aclarar que el ataque se había lanzado sin saberlo el rey.
Enseguida, los moros enviaron embajadores al rey para denunciar el atentado, y Alfonso volvió rápidamente a Toledo, con el firme propósito de hacer un escarmiento a la reina, el arzobispo y los cristianos por haber quebrantado su real palabra.
Cuando los cristianos de la ciudad tuvieron noticia del enojo del rey, salieron a su encuentro en procesión, encabezada por el arzobispo, la reina y su hija única. Pero ni las súplicas de aquellos personajes, ni los ruegos del pueblo para que los perdonase, atento al motivo que los animó al ataque y que no era otro que el de tributar culto al verdadero Dios en la gran iglesia de Toledo, consiguieron que el monarca accediese a faltar a su honor y a la palabra que había empeñado. Don Alfonso anunció a los solicitantes que la Catedral quedaría en poder de los infieles, como lo había prometido.
Pero en ese momento se produjo un acontecimiento extraordinario, que todos tomaron como una señal de que Dios había escuchado sus plegarias. Los moros consideraron el peligro a que se exponían si mantenían el culto a Mahoma en la Iglesia principal de aquella ciudad cristiana y enviaron al encuentro del rey una comitiva de sus jefes. Los embajadores salieron de Toledo y, postrados ante Don Alfonso, le suplica-ron que perdonase a los cristianos y prometieron devolverle la Catedral.
Grande fue el regocijo del rey y el de su pueblo, que vieron en aquella solución inesperada una obra de la Divina Providencia. El monarca ordenó, con el beneplácito del arzobispo y de todos los fieles que, al día siguiente, justo un 24 de enero, se tomase posesión de la Catedral y se hiciesen festividades especiales en honor de la Virgen María de la Iglesia Metropolitana, a la que, por haber restablecido la paz en la fecha de su fiesta, se la veneraría en adelante con el nombre de Nuestra Señora de la Paz.
Y desde aquel 24 de enero de 1085 hasta hoy, se realizan en Toledo magníficas celebraciones y espléndidas procesiones en su honor.
EL ENAMORADO DE LA VIRGEN

San Ildefonso nació en Toledo, España. Su tío era Eugenio, también de Toledo. Estudió en Sevilla bajo San Isidoro. Entró a la vida monástica y fue elegido abad de Agalia, en el río Tajo, cerca de Toledo. En el 657 fue elegido arzobispo de esa ciudad. Unificó la liturgia en España; escribió muchas obras importantes, particularmente sobre la Virgen María.
San Ildefonso tenía una profunda devoción a la Inmaculada Concepción XII siglos antes de que se proclamara dogmáticamente. Ella le favoreció con grandes milagros.
Milagro del encuentro con la Virgen
Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Alfonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.
Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.
En la catedral los peregrinos pueden aun observar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso.
TESTIGOS DEL VERDADERO AMOR

A lo largo de la historia de la Iglesia, el camino ha estado sembrado por la flor de la entrega, de la confianza y del absoluto abandono en las manos del Señor, de hombres y mujeres de toda condición, que han descubierto que sus vidas, encontraban su pleno sentido, en ese Cristo, que abriendo sus brazos en la cruz, reconcilió en Él, a todos los hombres.
Y muchas han sido las ocasiones, en las que el ambiente no ha comprendido, que se pudiera vivir desde Cristo y para Cristo, y ha intentado acabar con la vida en flor de estas personas, aunque lo único que han logrado, es alentar aún más a los cristianos, a vivir más fielmente, a creer más convencidamente la fe, y a dar un testimonio más auténtico.
El pasado Jueves, la Iglesia tenía presente, el martirio del joven soldado San Sebastián.
Su cargo de capitán imperial, le hará si cabe mayor defensor de la causa de Cristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Pronto levantarían en Roma una Basílica dedicada a él, invocándole como protector de los heridos, de las plagas y de las enfermedades. San Ambrosio pronunció grandes sermones, elogiando la personalidad testimonial del Santo. Es Patrón de los soldados, de los atletas y los arqueros.
Son muchos los pueblos que lo veneran como Patrón. Muy cerca a nuestro pueblo

Oración a San Sebastián Dios y Señor, que a vuestro mártir San Sebastián tan poderosamente le fortificasteis en la fe, que por ningunas carnales promesas, ni amenazas, ni tormentos, ni saetas, pudo ser de ella movido ni separado, humildemente os rogamos que por sus dignos merecimientos, en nuestras tribulaciones tengamos ayuda, en nuestras persecuciones consolación, y en todo tiempo contra la pestilencia remedio, porque así podamos resistir las asechanzas del diablo varonilmente, vencer al mundo, lo que hay en él menospreciar, y ninguna cosa suya contraria temer. Así que finalmente podamos haber la gloria eterna, por nuestro Señor Jesucristo, que con Vos vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
El día 21 de Enero, es Santa Inés, quién nos invita a ser fieles a nuestra fe.

Oración a Santa Inés
Dios Padre amoroso que eliges a los más débiles ante el mundo para confundir así a los fuertes, concédeme la gracia de ser como Santa Inés, fiel al amor de tu hijo Jesús que murió por nosotros en la Cruz, fiel en lo mucho y en lo poco, fiel en la alegría y en la tristeza, fiel en el estudio y en la diversión.
Que nunca me aparte de tí y, que por la intercesión de Santa Inés, bajo el amparo protector de la Virgen María me mantengas siempre alejado de las ocasiones de pecado.
Amén
El día 22 de Enero, el martirio de San Vicente, diácono, nos anima en nuestro caminar.
San Vicente era un diácono español, y su martirio se hizo tan famoso que San Agustín le dedicó cuatro sermones y dice de él que no hay provincia donde no le celebren su fiesta. Roma levantó tres iglesias en honor de San Vicente y el Papa San León lo estimaba muchísimo. El poeta Prudencio compuso en honor de este mártir un himno muy famoso.
Era diácono o ayudante del obispo de Zaragoza, San Valerio. (Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdocio). Como el obispo tenía dificultades para hablar bien, encargaba a Vicente la predicación de la doctrina cristiana, lo cual hacía con gran entusiasmo y consiguiendo grandes éxitos por su elocuencia y su santidad.
El emperador Diocleciano decretó la persecución contra los cristianos, y el gobernador Daciano hizo poner presos al obispo Valerio y a su secretario Vicente y fueron llevados prisioneros a Valencia. No se atrevieron a juzgarlos en Zaragoza porque allí la gente los quería mucho. En la cárcel les hicieron sufrir mucha hambre y espantosas torturas para ver si renegaban de la religión. Pero cuando fueron llevados ante el tribunal, Vicente habló con tan grande entusiasmo en favor de Jesucristo, que el gobernador regañó a los carceleros por no haberlo debilitado más con más atroces sufrimientos. Les ofrecieron muchos regalos y premios si dejaban la religión de Cristo y se pasaban a la religión pagana. El obispo encargó a Vicente para que hablara en nombre de los dos, y éste dijo: "Estamos dispuestos a padecer todos los sufrimientos posibles con tal de permanecer fieles a la religión de Nuestro Señor Jesucristo". Entonces el perseguidor Daciano desterró al obispo y se dedicó a hacer sufrir a Vicente las más espantosas torturas para tratar de hacerlo abandonar su santa religión.
El primer martirio fue un tormento llamado "el potro", que consistía en amarrarles cables a los pies y a las manos y tirar en cuatro direcciones distintas al mismo tiempo. Este tormento hacía que se desanimaran todos los que no fueran muy valientes. Pero Vicente, fiel a su nombre, que también significa "valeroso", aguantó este terrible suplicio rezando y sin dejar de proclamar su amor a Jesucristo.
El segundo tormento fue apalearlo. El cuerpo de Vicente quedó masacrado y envuelto en sangre. Pero siguió declarando que no admitía más dioses que el Dios verdadero, ni más religión sino la de Cristo. El mismo jefe de los verdugos se quedó admirado ante el valor increíble de este mártir.
Entonces el gobernador le pidió que ahora sí le dijera dónde estaban las Sagradas Escrituras de los cristianos para quemarlas. Vicente dijo que prefería morir antes que decirle este secreto.
Y vino el tercer tormento: la parrilla al rojo vivo. Lo extendieron sobre una parrilla calientísima erizada de picos al rojo vivo. Los verdugos echaban sal a sus heridas y esto le hacía sufrir mucho más. Y en todo este feroz tormento, Vicente no hacía sino alabar y bendecir a Dios.
San Agustín dice: "El que sufría era Vicente, pero el que le daba tan grande valor era Dios. Su carne al quemarse le hacía llorar y su espíritu al sentir que sufría por Dios, le hacía cantar". Si no hubiera sido porque Nuestro Señor le concedió un valor extraordinario, Vicente no habría sido capaz de aguantar tantos tormentos. Pero Dios cuando manda una pena, concede también el valor para sobrellevarla.
El tirano mandó que lo llevaran a un oscuro calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios cortantes y que lo dejaran amarrado y de pie hasta el día siguiente para seguirlo atormentando para ver si abandonaba la religión de Cristo. El poeta Prudencio dice: "El calabozo era un lugar más negro que las mismas tinieblas; un covacho que formaban las estrechas piedras de una bóveda inmunda; era una noche eterna donde nunca penetraba la luz".
Interviene Dios. Pero a medianoche el calabozo se llenó de luz. A Vicente se le soltaron las cadenas. El piso se cubrió de flores. Se oyeron músicas celestiales. Y una voz le dijo: "Ven valeroso mártir a unirte en el cielo con el grupo de los que aman a Nuestro Señor". Al oír este hermoso mensaje, San Vicente se murió de emoción. el carcelero se convirtió al cristianismo, y el perseguidor lloró de rabia al día siguiente al sentirse vencido por este valeroso diácono.
viernes, 14 de enero de 2011
TOTUS TUUS

Nos unimos a la alegría de toda la Iglesia, por el anuncio de la Beatificación del Papa Juan Pablo II, quién desde el comienzo de su Pontificado, se definió como profundamente mariano, de ahí el mismo lema de su escudo: "Todo tuyo María".
Juan Pablo II será beatificado el 1 de mayo tras reconocerle el Papa un milagro
Juan Pablo II será beatificado el próximo 1 de mayo. El Papa ha firmado toda la documentación sobre su antecesor en el cargo y, de esta manera, será proclamado beato 6 años después de su fallecimiento.Con Juan Pablo II se han saltado una de las normas de la Iglesia que indican que ningún proceso puede abrirse hasta pasados cinco años de la muerte.
El clamor popular que recitaba aquel Santo Subito en la Plaza de San Pedro hizo mella en Ratzinger y derrogó esa norma para que se pudiera empezar a recopilar y estudiar la documentación en torno al papa Karol Wojtyla.
En la Basílica de San Pedro
Aunque aún faltaba la firma de Benedicto XVI, la Basílica de San Pedro se estaba preparando para acoger los restos de Juan Pablo II. El féretro del Papa Wojtyla será trasladado a la planta del templo desde su actual ubicación, en la Gruta Vaticana. Las obras acaban de comenzar. La reubicación del cuerpo se producirá cuando el anterior Papa sea proclamado beato.
Para albergar los restos de Juan Pablo II se ha elegido la Capilla de San Sebastián que se encuentra entre la Piedad de Miguel Ángel y el Santo Sepulcro. Se ha optado por este sitio porque se encuentra junto a la entrada y, así, facilitará la visita de los peregrinos.
La firma del Papa era el único paso que faltaba para dar 'luz verde' a la beatificación de su predecesor, después de que los 30 purpurados y obispos que forman parte de la Comisión de este dicasterio aprobara el pasado miércoles un milagro por intercesión de Juan Pablo II.
La curación de una monja francesa
Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años.
La religiosa superó, dos meses después de la muerte del Papa en abril de 2005, todos los síntomas del Parkinson de forma "inexplicable" según las autoridades médicas de la comisión de beatificación.
La hermana Marie Simon ha sido la pieza clave para el proceso de beatificación del antecesor de Benedicto XVI.
Sin esperar cinco años
El 13 de mayo de 2005, el mismo Benedicto XVI anunciaba en la Basílica de San Juan de Letrán el inicio del proceso de beatificación de su predecesor, que comenzó oficialmente el 28 de junio de 2005, dos meses después del fallecimiento del Pontífice, gracias a la dispensa concedida por Benedicto XVI para que la causa pudiera empezar sin necesidad de esperar a los cinco años de rigor que deben transcurrir entre el fallecimiento de una persona y el comienzo de su causa.
Esta dispensa fue concedida también por Juan Pablo II para beatificar a la Madre Teresa de Calcuta, cuyo proceso comenzó menos de dos meses después de su fallecimiento y que fue beatificada seis años después, en octubre de 2003.
El sacerdote polaco Slawomir Oder fue nombrado por Benedicto XVI como postulador de la causa de beatificación de Juan Pablo II y se inclinó por la curación de la religiosa francesa como el milagro que decidiría si el llamado 'Papa viajero' sería elevado a los altares.
Juan Pablo II fue nombrado 'Venerable' y reconocidas sus virtudes heroicas el 19 de diciembre del año 2009, el primer paso para el proceso que le llevará a los altares. Después de su beatificación, será necesario un segundo milagro para que sea declarado definitivamente como "santo" y entrar así en la lista de los santos de la Iglesia.