Meditemos las palabras del Evangelio de esta fiesta:
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
Si Jesús nos dejó la oración del Padre nuestro, como la oración principal de los cristianos, como la forma de dirigirnos a Dios, desde lo más profundo de nuestro corazón, la Virgen, sin Ella pretenderlo, nos ha dejado la más bella oración de alabanza y de gratitud a Dios, y que forma parte de la Liturgia de la Iglesia, cuando cada tarde en el rezo de las vísperas, toma las palabras de la Virgen, para agradecer a Dios, las maravillas que realiza en nuestra vida.
Madre del Carmen, Señora de Íllora, Estrella de muchas personas, a las que tu luz les guía por la vida, felicidades Madre, en este día, en el que todos reconocemos, que tu humildad, que tu entrega, que tu fe, es el triunfo que Dios ha querido mostrarnos en la humillación de su Esclava, dándonos un camino cierto para llegar a Él. Ruega por todos nosotros, no nos dejes nunca de tu mano, porque sólo cuándo Tú nos acompañas, es cuando damos los pasos más seguros hacia Cristo.
y entrando en la estancia,
al encontrarte en el lecho,
cayendo en un profundo sueño,
te rodean de divina gracia,
y agarrándote por todo el cuerpo,
te elevan sobre el suelo,
dejando a tu paso una gran fragancia,
un perfume a rosas,
que a todos embarga,
a aquellos apóstoles,
que en oración se encontraban,
pidiéndole a Jesús,
por su Madre del alma,
porque intuían que había llegado,
el momento preciso de la marcha.
Y despertando Tú Señora,
asombrada entre los ángeles,
abres tus brazos hacia el cielo,
y entonas un nuevo Magníficat,
a ese Dios, Padre nuestro,
que desde el comienzo
se agradó en su Esclava,
en Aquélla que siempre supo,
hacer su voluntad
en la tierra,
y ahora sube en cuerpo y alma
a la mansión eterna.
Y volviendo tu mirada,
hacia todos tus hijos de este suelo,
muestras tu escapulario,
con un inmenso amor en el gesto,
diciéndonos a todos,
"Yo siempre
os cuidaré desde el cielo".
Bendita Madre del Carmen,
recibe el saludo de tus devotos,
que al verte ascender al cielo,
llenos de alegría y gozo,
te felicitan Madre,
por todo lo que Dios nos ha dado,
en Tí, nuestro más hermoso tesoro,
sigue cobijándonos bajo tu manto,
y llévanos contigo un día al cielo,
para compartir contigo,
lo esperanza más cierta de nuestro suelo.
Quiero daros la enhorabuena por la página que habéis creado en honor a Nuestra Madre.Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias Inma, por cómo siempre estás pendiente de todo lo que se refiere a nuestra Madre del Carmen de Íllora, por tus sugerencias y por tu amistad. Que Ella siempre te acompañe y te bendiga. Un abrazo.
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