Aquella noche, la oscuridad quedó rota por la luz de la vida. No había piedra que pudiera contener el amor más auténtico, ni que pudiera retener la salvación que se iniciaba. Soldados que no comprenden, que un muerto esté lleno de vida... autoridades que prefieren ofrecer mentira, antes que reconocer su error, y unos discípulos que llenos de miedo, unidos en sus recuerdos, no saben cuál será el próximo paso, y han olvidado ya las palabras de Aquél, que les había anunciado que todo esto tenía que suceder.
Pero Tú, te haces presente en medio de ellos, y todo se transforma.
Su miedo se tranformó en valentía, sus ojos se abrieron a lo oculto, la fe comenzó de nuevo a tener la fuerza, que Tú les inculcabas.
Señor, transforma también nuestros miedos, sana nuestras enfermedades, y que la fuerza de tu resurrección, inunde cada uno de nuestros pasos por la vida.
Señor, hazte en presente en nuestro camino, explícanos las Escrituras, y parte para nosotros el pan, así te reconoceremos, y podremos llenarnos de la fe, que necesita nuestra esperanza.
Pero Tú, te haces presente en medio de ellos, y todo se transforma.
Su miedo se tranformó en valentía, sus ojos se abrieron a lo oculto, la fe comenzó de nuevo a tener la fuerza, que Tú les inculcabas.
Señor, transforma también nuestros miedos, sana nuestras enfermedades, y que la fuerza de tu resurrección, inunde cada uno de nuestros pasos por la vida.
Señor, hazte en presente en nuestro camino, explícanos las Escrituras, y parte para nosotros el pan, así te reconoceremos, y podremos llenarnos de la fe, que necesita nuestra esperanza.
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