...CADA SEGUNDO, HUELE A CORAZÓN, A AMISTAD, A FE Y A DIVERSIÓN...

Y al final de nuestro viaje, echando la mirada hacia atrás, cerrando los ojos, y recordando todo lo vivido, es imposible que las palabras puedan expresar todo lo vivido, todo lo compartido, toda la emoción, la amistad, la fe, la alegría y la diversión, que cada uno de los que han participado en esta peregrinación han aportado.

Si el viaje está bien organizado, que lo está, y que ya se esmera el autobusero en que sea así...si los lugares visitados son impresionantes, porque lo son, y los guías han sido de lujo...lo que hace a este viaje parroquial tan especial, y que engancha tanto, es precisamente, cada uno de los que van, cada uno de los que se embarcan en estos días, en los que reina la unidad, la alegría, el compartir, y el ser todos como una piña.

Tenemos un gran Párroco, tanto como sus travesuras, y esa infancia que nunca ha perdido, y que no deja de sorprendernos. Él fué el promotor de estos viajes, y año tras año, nos demuestra, que todo es posible, cuando todo se hace desde el corazón. Con su sencillez y espontaneidad, con esa calmilla que tiene, pero a la vez, ese pensar siempre en todos, nos deja siempre desconcertados. Siempre disponible, siempre clausurando la subida al autobús, y deleitándonos con esos ronquidos, que el peso del día le causan. Pero siempre con esa sonrisa, que hace derretirse todo, y que engancha a todos.

Y junto a Él, Coca y Mercedes, nada que se organice en nuestro pueblo, es lo mismo, si Coca y Mercedes no están. Porque saben sacar lo mejor de todos nosotros, porque no tienen un "no" en sus labios para nada, porque siempre están dispuestos a cantarle a la vida, a compartir la copa de la amistad, o para escuchar y aconsejar, con palabras salidas del corazón. Nunca piensan en ellos mismos, sino que siempre están pendientes de los demás.

Y si a esta ensalada, le pones el aceite de la complicidad de Oti y Franci, de la sal de su gracia y complicidad, que es capaz de transformar el vinagre en el jugo más intenso de la vida, poniéndole a todo, alegría, ironía, chistes para todo, y comentarios y fotos para todo, es imposible que nada surja mal...

Los comentarios de Ana Mari y Antoñito, el control de mapa de Antonio y Antoñita, las faenas agrícolas de los Tapias, los Meleros, los Chicharitos y los Catalinos, la busqueda de diversión de Loli y Rosa, la buena compañía de Rosa, Juan Luis, Rosa y Enrique, Mari Pepa y José María, nuestras niñas Loli y Filo, los detallazos y la amistad de Seba y su madre, la incorporación de Jose y Luis, los autobuseros y sus hijos, hacen de cada día, algo difícil de olvidar...

Por todo ello...gracias a todos...empezando por el cura, y terminando por el más chico...porque si faltara alguno, ya nada sería igual...

Y bueno, después de tanta experiencia vivida, después de tanta emoción, de tanto paseo, y tanta admiración...lógico es, que la bajada a Granada, estuviera envuelta en el sueño de un autobús, en el que se hizo el silencio...

Así que ¡silencio!...ssssssshhhhhh...vamos a dejar que el año pase en un sueño...y que muy pronto podamos volver a montarnos en ese autobús, que nos transporta siempre a un mundo mejor...