15 de Septiembre, día en que no olvidamos, que María aprendió sufriendo, a amar y a no dudar nunca del amor de Dios... a esperarlo todo de Él, y a dejarse modelar como el barro en las manos del alfarero divino.
Señora de Dolores, Madre de Angustias, Virgen de la soledad, enséñanos a nosotros a vivir con tu misma confianza, con el mismo abandono, con el gran amor hacia Él, que ardía en tu corazón.
Virgen de los Dolores,
tu rostro refleja tristeza
más , es tan bella tu cara,
que tus lágrimas, Virgen María,
se te convirtieron en perlas.
Tú que viviste el sufrimiento,
la muerte tuviste tan cerca,
fue la del Hijo querido,
para salvación nuestra,
acógenos bajo tu manto,
danos cobijo en tu estrella,
esa que luce en el firmamento,
cuando llega esta fecha.
Te acompañaremos en tu camino,
tu soledad, será la nuestra,
y al llegar el domingo de resurrección,
te acompañaremos en tu fiesta,
ese día Virgen mía,
serás la más guapa,
serás la más bella.
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