Un año más, volvimos a encontrarnos con Él. Y con la preocupación de no poder estar en el último día del Triduo al Santísimo Cristo de la Veracruz...al llegar a Santa fe, nos dimos cuenta, que Él había venido con nosotros, y subido al madero de la Cruz, bendecía a tantas personas, que con tanto fervor, cada uno de sus pasos seguían.
¡Qué maravilla de cuerpo de costaleros y costaleras....de voz de Manolo Daza, guiando los pasos nunca ciegos, de un grupo de personas que llevaban al Señor, más que con los hombros, con el corazón!
Gracias por permitirnos un año más Señor, seguirte delante de tu cruz, formar parte de tu cortejo...y aunque nosotros no somos nadie...y sólo el amor a tu Madre y Señora nuestra del Carmen, es lo que llevamos a gala...qué orgullosos nos sentimos, con poder ser testigos, de lo mucho que se te quiere en Santa Fe.
Así que pasando por los cuatro arcos que coronan tu pueblo, te acompañamos hasta tu Ermita, para ver, cómo entre el clamor del pueblo, volvías a tu Capilla, aunque pronto volverás a estar entre ellos, en Viacrucis, una tarde de Viernes de Dolores.
Cómo tenemos que agradecer a José Antonio, ese Hermano Mayor de la Salud de Santa Fe, su amistad, su amor a la Virgen, su sencillez y sinceridad.
¡Cuánta gratitud y cariño en cada uno de sus gestos, cómo se desvivía para que todas las Hermandades que habían acudido, para que se encontraran lo mejor atendidas!
Sólo nos queda decir, a estos cuatro que fuimos desde Íllora: Jacinta, Itos, Rosa y yo mismo...¡¡¡muchísimas gracias!!!
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