Cada año es el mismo ritual, pero cada año es algo nuevo y sorprendente, pues estar al lado de este misionero, poder contagiarte de su forma de ver la realidad, es agua fresca para nuestros ojos, acostumbrados ya a muchas cosas, y necesitados de volver a sorprendernos por la sencillez y la humildad.
Por la mañana estuvo en el Colegio "Gran Capitán" y con nosotros, en el I.E.S. "Diego de Siloé".
Estuvieron muy atentos a sus palabras, así como a las imágenes que les proyectaba.
Por la tarde, compartió con nosotros la Eucaristía, y nos animó a no decaer en el amor al prójimo, que es el auténtico amor a Dios.
Sus palabras, entre las imágenes que nos mostraba, quedaron grabadas en nuestro corazón.
Él vino como cada año, a darnos las gracias por nuestra solidaridad.
Pero éramos nosotros los que le dábamos a él las gracias, por su alegría, por su fe, y por todo lo bueno que nos contagia.
El Padre Patricio Larrosa, es un verdadero ángel del cielo en la tierra.
¡Dios lo bendiga!
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