Tenemos que agradecer a nuestra Madre Bendita del Carmen, cómo poco a poco, cada vez son más los correos que nos llegan a través de nuestro email: virgendelcarmenillora@gmail.com para pedir que incluyamos peticiones en la Eucaristía de cada 16 de mes, para pedir escapularios, para pedir estampas de nuestra Señora, o para compartir con nosotros experiencias muy hermosas. Nos ha llegado desde Guatemala una bella propuesta, Fray Luis David, religioso carmelita descalzo desea compartir con nosotros una sencilla oración del P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios (1545-1614) que fue amigo, discípulo y provincial de Santa Teresa de Jesús. Son muchas las gracias que por la intercesión del P. Jerónimo se están consiguiendo, por eso os invito a hacer de estas sencillas palabras, parte de vuestra oración diaria. Desde aquí agradecemos a Fray Luis David, habernos entregado este bello tesoro.
“Señor, desde este punto todas mis cosas sean vuestras: yo os las doy y pongo en vuestras manos, haced de ellas y de mi todo lo que quisiereis como de vuestra hacienda propia. Vuestra es mi alma, mi vida, mi salud, mi contento, mi quietud, mi honra, mi hacienda y todo lo que yo en esta vida puedo tener y desear, que no quiero nada sino solo a Vos. Si me quisiereis dar algo de esto, lo tomare como hacienda vuestra, y si lo quisiereis quitar, no me agraviare ni me quejare, pues ya os lo he dado y no es mío. Y todas vuestras cosas son mías y las tomo por propias. Vuestra honra, vuestra ley, vuestra Iglesia, vuestra fe, vuestro Padre y Madre y vuestros santos, vuestra cruz, vuestras almas que hay en la tierra. Y de aquí adelante no quiero otra cosa sino volver por vuestra honra, guardar vuestra ley, hacer fruto en vuestra Iglesia, reverenciar y servir a vuestra Madre y a vuestro Padre Eterno y a los santos del cielo, procurar la salud de vuestras almas, sufrir vuestra cruz y todo lo que yo supiere que os da gusto y contento hacerlo, aunque me cueste la vida”.
“Señor, desde este punto todas mis cosas sean vuestras: yo os las doy y pongo en vuestras manos, haced de ellas y de mi todo lo que quisiereis como de vuestra hacienda propia. Vuestra es mi alma, mi vida, mi salud, mi contento, mi quietud, mi honra, mi hacienda y todo lo que yo en esta vida puedo tener y desear, que no quiero nada sino solo a Vos. Si me quisiereis dar algo de esto, lo tomare como hacienda vuestra, y si lo quisiereis quitar, no me agraviare ni me quejare, pues ya os lo he dado y no es mío. Y todas vuestras cosas son mías y las tomo por propias. Vuestra honra, vuestra ley, vuestra Iglesia, vuestra fe, vuestro Padre y Madre y vuestros santos, vuestra cruz, vuestras almas que hay en la tierra. Y de aquí adelante no quiero otra cosa sino volver por vuestra honra, guardar vuestra ley, hacer fruto en vuestra Iglesia, reverenciar y servir a vuestra Madre y a vuestro Padre Eterno y a los santos del cielo, procurar la salud de vuestras almas, sufrir vuestra cruz y todo lo que yo supiere que os da gusto y contento hacerlo, aunque me cueste la vida”.
Si deseas encomendar una necesidad a la intercesión del P. Gracian puedes hacerlo con la siguiente oración:
Padre eterno que elegiste a tu siervo Jerónimo Gracián, para transmitir la herencia teresiana y promover la vida misionera de tu Iglesia. Concédeme por su intercesión la gracia que confiadamente te suplico...
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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