La tarde del Domingo de Ramos, nos encaminamos a visitar a María Ibáñez, nuestra Madre Priora, porque no sólo por ser hermana de un sacerdote, sino por su propia fe, siempre ha sido la hormiguita que se ha encargado de labores invisibles para el resto de feligreses, pero muy necesarias para la celebración litúrgica.
Pasamos con ella la tarde, compartiendo sonrisas, todo lo que ocurre en Íllora, sus anécdotas en la Residencia, haciendo que la tarde pasara volando...¡Nos alegramos tanto que ella esté bien!
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