El 24 de Septiembre, huele a nardo, sabe a tradición, se eriza la piel ante su visión, y la emoción de los vítores, y de un pueblo volcado en Ella, te hace reconocer, las maravillas que Dios sigue haciendo en su Humilde Esclava, y a través de Ella en la vida de tantas personas.
Una Eucaristía que D. Juan Carlos nos hizo vivir desde el corazón, pues sus palabras alabando a Dios por habernos entregado por Madre, a quién supo siempre estar atenta a la Palabra de Dios, para hacerla vida en su vida.
Y una procesión, que cargada de sentimiento, de devoción, de oración y admiración, nos dejó a todos con el buen sabor, de haber sido testigos de la fe más auténtica de un pueblo, que por muchas diferencias que pueda haber, tienen en la Reina de las Mercedes, el centro de sus vidas, y el camino que les lleva hasta Cristo.
Enhorabuena a la Parroquia de Brácana, a su Párroco D. Juan Carlos, a su Hermandad Patronal, a su Hermano Mayor, Luis, y a quiénes estuvieron viviendo segundo a segundo, ofreciendo lo mejor de ellos, a la Reina de cielos y tierra, para que Ella brillará como nunca en un trono de verdadero amor.
Gracias Fernando, por dedicarte en cuerpo y alma a tu Señora y Madre.
Gracias Jose, por guiarla con los ojos de la fe, por las calles de un pueblo, rendido a sus pies.
Y ¡Viva la Virgen de las Mercedes!
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