Y algo que surgió el pasado año, como iniciativa de algún feligrés de Castillo y respaldada por D. Nicolás, su Párroco, se está convirtiendo en costumbre.
El día que D. José Luis celebró la Eucaristía en Castillo de Tajarja, volvió acompañado, con la imagen de la Virgen de la Paz de esta comunidad, la primera que se recibió en la Iglesia, tras la pérdida de la que había, en los años de la guerra civil.
Después llegaría la que actualmente preside el altar mayor de la comunidad y centra la devoción del pueblo, y hoy será llevada entre el fervor de su hijo por las calles de Castillo.
La imagen de la Paz estará entre nosotros unos días, en los que pediremos la paz para el mundo, para todas las familias, y para todos los corazones.
Gracias un año más a la comunidad de Castillo de Tajarja, por cedernos por unos días, a tan hermosa imagen de la Madre de Dios.
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