Terminó la Estación de Penitencia de la Hermandad de la Juventud, y mientras ellos atendían a todas las personas que les habían acompañado, y que les reponían las fuerzas con bocadillos y refrescos, en la Cofradía del Nazareno y la Virgen de los Dolores, se reunían en nuestro Templo Parroquial, para adornar las andas, para preparar todo lo que al día siguiente se viviría intensamente.
Y como siempre con estos jóvenes, la respuesta fue enorme...muchas manos para ayudar y para ofrecerse...¡¡¡genial!!!
Y ya de madrugada, al terminar, Filo y Loli, habían preparado con la ayuda de su madre, Reme, dos buenos roscos y chocolate, para que también reponer fuerzas, y seguir soñando, con la hora en la que, a la voz de nuestros capataces, verlos a Ellos recorriendo las calles de nuestro pueblo.
Gracias Filo, Loli, Reme...siempre estáis pendiente de todo y de todos.
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