En la Parroquia de la Virgen de la Paz, D. Nicolás Parejo, su Párroco, preparó como merecía, la clausura del año Teresiano, con un Triduo en honor a la Santa de Ávila, y una devota procesión con la venerada imagen de la Virgen del Carmen, que incluso llegó al cementerio de la localidad, con unos momentos de oración por todos los difuntos.
Son muchos los rincones de nuestra provincia, desconocidos para muchos, en los que día a día se alimenta la fe, de forma sencilla pero muy intensa, y con la participación de todo un pueblo, que al lado de su Párroco, celebran el año litúrgico, participando de todas sus celebraciones, sin perder de vista, que Cristo es el comienzo y la meta de todo.
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